Uniéndose al sentir de una parte importante de la sociedad mexicana, que expresan su desacuerdo en torno a los nuevos libros de texto que la Secretaría de Educación Pública empieza a hacer llegar a los Estados de la Federación, a pesar del mandato de una Juez Federal.

En un comunicado, recordó que dicha Juez, ordenó al Gobierno no hacerlo pues se resolvió una demanda interpuesta por una organización de Padres y Maestros que manifestaron su inconformidad tanto por los contenidos que ofrecen los materiales como el proceso mismo de elaboración de los libros que no cumplió con la legislación actual y que además se ha mantenido en secreto sin ninguna consulta o consenso con los padres de familia ni con la mayoría de los docentes.

Es lamentable el decreto del ejecutivo que reserva la información del proceso llevado para elaborar el material que se quiere implantar y debe escucharse a los sectores involucrados.

Esto es una grosera forma de tratar de evitar la transparencia y la discusión honesta y creativa de las ideas para lograr los mejores materiales educativos que además se elaboran con el producto de los impuestos que pagamos los ciudadanos.

Desde COPARMEX hacemos un llamado a las autoridades a que se respete el Estado de derecho y se cumpla con el proceso que establece la ley para la elaboración de estos materiales.

Los contenidos de los libros de texto gratuitos deben ser abordados con riguroso tratamiento científico. Con bases pedagógicas que favorezcan el aprendizaje atendiendo la diversidad de nuestros estudiantes y el rezago y desigualdad que aún persiste y que sólo la educación puede corregir.

En varios de los contenidos de los libros en cuestión, se identifican claros tintes ideológicos que no son propios, ni deseables para nuestra sociedad y que en otras latitudes han dado resultados lamentables en lugar de lograr una educación acorde a las necesidades del mundo en que vivimos y tomando en cuenta la libertad y valores de la mayoría de los mexicanos.

Los niños y jóvenes requieren educación de calidad que mire hacia el futuro y no se quede anclada en sectarismos o prejuicios ideológicos.

Por el bien de todos, por el futuro de México debemos poner a la educación como una prioridad nacional y escuchando a todas las voces y corrientes y a todos los integrantes de la sociedad, especialmente maestros y padres de familias.

Hacen falta materiales que inserten a nuestros niños y jóvenes en un mundo complejo y competitivo, apoyándolos con los recursos que se obtienen de la ciencia, el conocimiento y el respeto a la diversidad y la democracia.

Por prudencia, por el futuro de las nuevas generaciones, invitamos atentamente al gobierno de nuestro estado a que se respete la ley y se detenga la distribución de los nuevos libros de texto gratuitos, hasta que el asunto sea resuelto por la autoridad competente.