Nuevamente, el sistema de partidos en el que vivimos nos demuestra el nivel de agotamiento al que ha llegado: cuando existe línea de los patrones no hay razón que valga.

En un entorno de elemental lógica era imposible que en las cámaras, los legisladores de la franja fronteriza votaran por la homologación del IVA, sin embargo sucedió, primero los diputados y después los senadores.

Fueron pocos los que privilegiaron su condición de Bajacalifornianos, como fue el caso del priísta Ricardo Medina. Para el resto de nada sirvieron los argumentos presentados para advertir lo que podrá suceder con la economía del norte o para evitar la continuación de un levantamiento armado en el sur.

A la hora del debate y para vergüenza de todos los mexicanos, una compra de seis artículos en dos sucursales de una cadena comercial, fue presentada en la máxima tribuna de la nación por el senador Jorge Emilio González del Partido Verde, como un argumento para desechar lo expresado por un estudio académico serio realizado por el Colegio de la Frontera Norte.

Con la campaña Non Gratos, sus promotores esperan que acciones como esta no caigan en el olvido.

Por el momento, la única manera en que los ciudadanos podemos ejercer una acción que realmente afecte a los partidos políticos es el voto en una elección constitucional y para la próxima faltan poco menos de dos años.

Mantener en la memoria colectiva las acciones de estos sujetos será sin duda un reto para todos.