Colaboración de Rafael González Bartrina
Para esta semana, estimados lectores, vamos a relatar una desconocida reseña de una aventura muy peculiar de Cesar Chávez (líder campesino activista estadounidense en favor de los derechos civiles para campesinos indocumentados, quien con Dolores Huerta formó la Asociación Nacional de Trabajadores del Campo (NFWA, por sus siglas en inglés) y que después cambió a Unión de Trabajadores Campesinos (UFW))
Esta reseña está basada en un documento escrito por Marco E. López, abogado estadounidense de ascendencia méxico-americana quien en 1968 conoció a Cesar Chávez y Robert Kennedy. López colaboraba con Chávez en la UFW y como tal lo acompañó en 1978 en un viaje de California a Arizona para entrevistarse con Bill Soltero, líder en ese tiempo de trabajadores campesinos de ese estado.
La esposa de marco E. López, Vicky, era la presidente y jefa del departamento legal de la unión, en La Paz, y Salinas, ambas poblaciones en la parte central del estado de California.
A principios de 1978 Cesar Chávez y sus concejeros habían acordado de enviar a los principales colaboradores de la unión a realizar un tipo de “servicio social” a México, para lo cual escogieron el puerto de San Felipe en el estado de Baja California. Donde aparte de mejorar en el uso del español hacían labores en beneficio de las personas más necesitadas. Vicky López estaba ahí, ya hacía tres semanas.
Al término de la reunión con Bill Soltero, Cesar le propuso a Marco ir “de regreso” vía San Felipe, para saludar a quienes estaban haciendo su “servicio social”.
La comitiva se componía de dos automóviles guiados cada uno por un agente de seguridad de Cesar Chávez; entre los acompañantes iban Ramona A. de Rosales y Mark Schroder.
Al cruzar la frontera de Calexico con Mexicali y debido que las autoridades mexicanas estaban avisadas de la repentina visita de Cesar Chávez, fueron recibidos por dos agentes judiciales quienes en su propio vehículo se incorporaron, encabezando la comitiva, ahora de tres vehículos.
La visita a San Felipe fue breve, a lo más un par de horas y antes de caer la tarde emprendieron la marcha por la carretera que se dirige a Ensenada.
Poco antes de llegar al Valle de la Trinidad se encontraron con un terrible accidente de varios vehículos, que recién había ocurrido. Los agente judiciales prestaron de inmediato asistencia de primeros auxilios a algunos de los heridos, al tiempo que le comunicaron a los conductores de los otros dos automóviles que siguieran su camino sin ellos, “todo está bien” les aseguraron.
Ya había caído la noche y de repente al salir de una curva el primer vehículo encontró a un individuo a la vera del camino con una lámpara de aceite que hacia señales para que se detuvieran. La primera reacción fue la de no obedecer al desconocido que en penumbras se antojaba que pudiera ser un forajido. El chofer acelero y por medio del radio dio instrucciones al segundo vehículo (donde Cesar Chávez era pasajero) que no se detuviera. Casi de inmediato se dejaron escuchar unas fuertes detonaciones de disparos de rifle y simultáneamente un vehículo que se encontraba estacionado a la orilla del camino encendió sus luces y dio persecución a los vehículos evasores del “reten”.
La comitiva detuvo su marcha. Se trataba de “federales” del ejército mexicano, quienes prontamente y con los rifles apuntando a los asustados ocupantes de los dos vehículos los llevaron de regreso al puesto de control. Ahí, un capitán los interrogo buscando saber la razón de la desobediencia. El capitán demandó con voz gruesa y seca que se identificaran, a lo que Marco López, sin duda el que comandaba mejor el idioma español, dijo sin una pisca de acento “Somos de los Estados Unidos…de California. Y el es Cesar Chavez, líder sindicalista de los campesinos…”
El militar pareció reconocer el nombre de Chávez, y se aprestaba a continuar con su interacción, cuando fue interrumpido por uno de sus subalternos quien le comentó en voz baja al oído algunas palabras, de las que Marco López logro entender una… ¡pistolas!... ¡El mundo se venía encima!... (Continuará la siguiente semana).