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¿Dependemos en Baja California de los americanos?

Cuando el General Rodríguez gobernó el territorio.

  
Nota publicada el 24 de marzo de 2014
por José Luis Fernández Ruiz

El 29 de septiembre de 1921, Salazar entregó el gobierno de Baja California al Ing. Manuel Balerezo; en 1922 lo sustituyó el Gral. Inocente Lugo y a fines de octubre fue nombrado gobernador del Territorio Norte el General Abelardo Rodríguez.

En su época, entró en vigor en el país del norte la reforma constitucional que prohibía la venta de bebidas alcohólicas. Esta medida tuvo como resultado un auge económico para Baja California (inimaginable de otra forma) pues hizo que miles de visitantes norteamericanos vinieran en busca de diversiones relacionadas con la venta de alcohol.

Con los ingresos obtenidos se construyeron caminos, redes de abastecimiento de agua potable, energía eléctrica y drenaje, además de hospitales, bibliotecas y escuelas. Se incrementaron los sueldos a los empleados de gobierno y se favoreció el establecimiento de industrias. Se inició el reparto agrario y la construcción de obras de riego.

Con estas medidas el Territorio Norte de la Baja California tuvo un gran desarrollo económico y en ello de especial manera, colabora Ensenada.

Se construyeron grandes hoteles, pues aquí principalmente los turistas eran de fin de semana. La afluencia de pescadores deportivos e industriales, artistas, millonarios excéntricos que entraban al puerto a participar de numerosas diversiones que se ofrecían (juego y alcohol), con estos ingresos se desarrolló la industria pesquera y fue necesario establecer industrias de captura, empaque, congelación y distribución.

Por otra parte, el rápido crecimiento de la población absorbía a gran número de inmigrantes atraídos por la bondad del clima y los altos salarios. La gran capacidad de productiva de las tierras determinaron la creación de nuevas industrias: vinícolas, aceitera, lechera, del cemento y de refrigeración entre otras.

Cuando la ley seca fue abolida se redujo drásticamente la visita de los turistas y se desplomó totalmente el flujo de dinero. Siendo Presidente interino de la República Mexicana el General Abelardo Rodríguez, decreto en 1933 la franquicia Aduanal de perímetro libre, que en 1937 se extendiera a toda la península. Esto ayudó considerablemente al desarrollo de los pobladores de Tijuana, Tecate, Mexicali y Ensenada, para posteriormente brindar la misma oportunidad al Territorio Sur de la Baja California.

José Luis Fernández Ruiz. Director del Patronato Centro Histórico Turístico Cultural de Ensenada, A. C.
 
 

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