Para analizar los cambios en las conductas de los consumidores y establecer una tendencia para los próximos años, la firma Ericsson realizó un estudio en el que destacan tres grandes rubros: el incremento en video bajo demanda, los dispositivos electrónicos para vestir y los hogares inteligentes.

El estudio se desarrolló con dueños de teléfonos inteligentes de entre 15 y 69 años que viven en Ciudad de México, Johannesburgo, Sâo Paulo, Shanghai, Londres, Nueva York, Moscú, San Francisco, Sidney y Tokio; la muestra representa a 85 millones de usuarios frecuentes de Internet en el mundo.

El incremento en conectividad, en dispositivos funcionando y en oferta al público de programación para emitirse vía streaming hace suponer que el 2015 será histórico. Los ejecutivos de Ericson afirman que el video bajo demanda será más empleado que la televisión abierta.

El tema de los hogares inteligentes está asociado a la calidad de vida. Poco más de la mitad de los encuestados mostraron interés en recibir mensajes de advertencia en su teléfono cuando se presente una falla en la lavadora o una fuga de agua, por ejemplo. También les gustaría controlar a distancia la temperatura del refrigerador o enterarse cuando alguien entra o sale de casa.

Esto podría extenderse al seguimiento en el consumo de servicios públicos casi en tiempo real, de tal manera que se pueda conocer día a día lo que se ha gastado en gas, agua o energía eléctrica.

Respecto a la tecnología para vestir, lo que más valoran los usuarios es la posibilidad de contar con dispositivos de permitan la reducción del estrés o que promuevan su actividad física, dado que ambos factores están asociados a una mayor calidad de vida. No importa mucho si es por medio del celular o de un reloj inteligente. Otros gadgets deseados también estan relacionados con la salud, por ejemplo, platos y cubiertos con la capacidad de expresar la cantidad de calorías en los alimentos o si existe alguno que pueda detonar un malestar por alergia.

Respecto a los dispositivos y la comunicación, los encuestados opinan que en el 2020 bastará el pensamiento para operar los dispositivos electrónicos.