Nunca he sido un estudioso del arte de la pintura, carezco de la educación artística que me permita discernir en pintores y sus trabajos. Sin embargo después de saber de la presencia del pintor y pedagogo mexicano don Alfredo Ramos Martínez en Ensenada alrededor de los años 30s del siglo pasado, he dedicado algo de mi atención en tratar de saber de su vida y sus trabajos. En estos días estamos realizando un recorrido por el sur del estado de California, en Estados Unidos buscando y tratando de documentar la presencia de Ramos Martínez en esa época.

Donde no hay confusión es en sus trabajos de mural que realizo en California. Por ejemplo, en Coronado California , (cruzando la bahía de San Diego), en 1937 y 1938 dejo plasmada su obra en 5 murales en las paredes del Hotel La Avenida, en el centro de esa ciudad. Con el tiempo el edificio cerro, cayó en desuso y finalmente fue derruido para dar lugar a una nueva edificación. Dichos murales, debidamente firmados y fechados. Uno de ellos se vendio y permanece en una colección particular. Dos de ellos tuvimos la oportunidad de observarlos detenidamente y de cerca, ya que estos fueron rescatados, restaurados y están en exhibición en la biblioteca pública de Coronado, donde son las piezas de más importancia Hay cierta confusión en las fechas, principalmente en lo que relaciona a sus trabajos en el Hotel y Casino Playa, inaugurado el 31 de octubre de 1930 y donde, al parecer ya sus obras estaban terminadas y colocadas en su lugar de exposición, tanto en el bar del Salón Casino como en lo que fuera el lobby y pasillos, así como en la capilla del segundo piso.

Su valor y su cuidado es esmerado. Los otros dos murales, desafortunadamente fueron destruidos.

Otro de sus murales está plasmado en la fachada de la iglesia católica María Estrella del Mar, en la ciudad de La Jolla, unos kilómetros al norte de la ciudad de San Diego. Este maravilloso mural, también firmado y fechado en 1937, sufrió daños irreparables por su continua exposición a los elementos dada su proximidad al mar, la erosión de arena y brisa marina lo derrotaron con el tiempo. Años despues, se ordenó la elaboración del mismo diseño de mural, representando fielmente los colores y figuras, solo que esta vez fue reproducido exquisitamente en mosaicos de vidrio por artesanos altamente calificados en Italia, y así, afortunadamente sigue proyectado la belleza del mismo a todos los transeúntes que transitan por esa zona.

Nos hace falta continuar con esta búsqueda de sus trabajos. Es posible que dentro de unos días podamos atestiguar su obra en la Capilla del Cementerio de Santa Bárbara (1934), así como su trabajo que quedó inconcluso, ya que lo sorprendió la muerte en 1946, antes de completarlo en el Colegio Pitzer en Claremont California.

Continuando nuestro afán de visitar los lugares relacionados con Ramos Martínez acudimos al Panteón Católico Holy Cross en Culver City, donde logramos localizar las tumbas, una junto a la otra de Ramoz Martínez y de María Sodi de Ramos Martínez.

También tuvimos oportunidad de localizar y atestiguar el exterior de su última morada en la Calle Gardner del Oeste de Hollywood.

Tenemos en planes elaborar un modesto álbum fotográfico digital que pretendemos compartir con nuestros amigos y lectores en un próximo futuro.

Queda inconclusa esta reseña por ahora. Esperamos lograr reunir material que nos permita dar a conocer en cierta forma, en parte al menos, su jornada por Estados Unidos.