Las bebidas refrescantes nacieron hace más de dos siglos, muchas de ellas tuvieron su origen en el ámbito de la farmacia y se solían tomar para paliar pequeñas afecciones. La notoriedad que fueron adquiriendo estas bebidas dio lugar a que en 1783, un joven científico amateur, Jean Jacob Schweppe elaborara una bebida carbonatada con sabor y con quinina conocida como “tónico”, de hecho, en algunos hospitales se distribuía gratuitamente a pacientes sin recursos. Con el tiempo, la demanda de sus bebidas se amplió a las personas que podían comprarlas. A partir del siglo XX aumentó considerablemente la variedad de productos y aparecieron nuevos sabores. Alrededor de 1950, las bebidas refrescantes formaban parte de los hábitos sociales de millones de personas en todo el mundo. La constante evolución y capacidad de adaptación a lo largo de sus más de dos siglos de historia ha convertido a la industria de las bebidas refrescantes en una de las más dinámicas e innovadoras. Sin embargo las consecuencias de ingerir en exceso refrescos, esto sin importar la marca, sabor, o si son regulares o de dieta, pueden causar un efecto nocivo.
En un artículo publicado en el portal del Universal, la nutrióloga Mariana Morales, nos comenta sobre las posibles enfermedades o consecuencias que puede provocar el refresco, aquí te presento las más destacables:
* Por su gran cantidad de azúcar, es preferible no consumirlo en exceso, ya que puede favorecer la presencia de diabetes.
* Al ser una bebida carbonatada, cuenta con un alto grado de sodio, lo que hace más factible la presencia de hipertensión y, quizá, posteriormente de enfermedades cardiacas.
* Se relaciona con la probabilidad de que exista un envejecimiento prematuro por los componentes que tienen estas bebidas.
* Al ser una bebida carbonatada con exceso de azúcar, daña el esmalte de los dientes, incluso podría ocasionar la pérdida de ellos.
* No se aconseja que los niños lo ingieran, tanto por su elevado nivel de azúcar, como por la cafeína que contiene, la cual ocasiona hiperactividad en los pequeños.
A pesar de lo anterior, no se puede generalizar y decir que son malos y que se debe evitar su consumo, cabe señalar que todo sin control hace daño. Por ejemplo, la nutrióloga aconseja que beban refresco cuando tienen problemas de diarrea o infección estomacal, ya que un vaso de refresco de cola, con el jugo de dos limones, eliminará la bacteria y detendrá el problema", finalizó Morales.