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Hipolubricación vaginal

En serio… hablemos de sexo

  
Nota publicada el 2 de septiembre de 2015
por Rocío Linares

Si buscamos en internet u fuentes, encontraremos que uno de los protagonistas principales en la sexualidad coital femenina, así como en las referencias literarias a ella, es la lubricación vaginal que es producto de la excitación.

Esta lubricación, además de la sangre que se junta en los órganos sexuales tanto externos como internos, hace subir la temperatura y prepara el cuerpo para el acto sexual.

Cuando no sucede o sucede con dificultad de manera recurrente, estamos hablando de una disfunción llamada hipolubricación vaginal.

Al igual que otras de las que hemos hablado, se puede deber a factores físicos o psicológicos. Cuando hablamos de los primeros, lo más común es que se deba a diabetes o a estragos del climaterio, aunque también puede ser por cualquier enfermedad incluyendo alguna afección del sistema nervioso o por el consumo de algún medicamento.

Cuando sucede por factores psicológicos, generalmente hablamos de estrés que puede o no venir de la relación de pareja, de la ausencia de deseo sexual en general o por la pareja actual, por miedo al embarazo o al desempeño sexual o por cuestiones de autoestima o de la educación de la sexualidad que la mujer en cuestión haya recibido.

La historia en el tratamiento de esta disfunción en los últimos 50 años habla de que las mujeres que la padecen suelen decir que no sienten nada, que es como si estuvieran descompuestas o desconectadas en el sentido sexual.

Sea cual sea la fuente, es importante que tratemos la causa además del síntoma. Si bien hay geles lubricantes de diferentes calidades en el mercado, sepamos que estaríamos limitándonos a una solución que no abarca la realidad de la situación completa y que lo más probable es que llegue el momento en que el lubricante deje de funcionar.

Tal como sucede con otras disfunciones, es importante hacer primero una valoración médica exhaustiva para descartar que se trata de un factor biológico y tratarlo como tal. Usualmente cada disfunción tiene una etiología diferente y multifactorial, es decir, no tiene un solo origen y es necesario actuar desde cada uno de forma integral y, de ser necesario, multidisciplinaria.

Se dice en cifras oficiales que la hipolubricación vaginal es la disfunción sexual más frecuentemente tratada en la sexología de los más recientes años. Por tanto, aunque actualmente, desde mi punto de vista, hay un equilibrio en la aparición de cada una, sepamos que se trata de una situación común y que se puede manejar con tratamiento siempre y cuando este sea adecuado a las necesidades de cada mujer y su pareja.

Rocío Linares. Licenciada en Psicología UABC. Maestra en Sexología Educativa, Sensibilización y Manejo de Grupos IMESEX. rociolj84@gmail.com
 
 

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