Hurgando entre los nombres de antepasados de la familia de mi esposa Graciela Trabado Vélez tuve la grata sorpresa de lograr conocer sus orígenes en México, por parte materna. La mama de mi esposa llevo por nombre Irma Aida Vélez Redondo, quien hubiera de nacer en Tubutama Sonora. La mama de ella llevo por nombre Margarita Redondo Redondo. El padre de Margarita llevo por nombre Luis M. Redondo, hijo de Luis Redondo padre, quien fue hijo de José María Redondo. Es este personaje, sin duda el más ilustre y notorio de la dinastía Redondo.
José María Redondo, nace el día 9 de marzo de 1830 en Sonora, México y muere el 18 de junio de 1878, su corta vida (48 años, 3 meses, y 9 días) no fue obstáculo para lograr llevar a cabo muchos de sus propósitos.
Los primeros rastros de la familia Redondo aparecen en la primera mitad del siglo XVIII, cuando Francisco Xavier Redondo y Ana María Gortari llegaron a Altar en el estado de Sonora, en México procedentes del Valle de Sinaloa. Donde Francisco Xavier se desempeñaba como soldado de cuera al servicio de la Corona Española. En 1753 fue enviado a establecerse en el Presidio de Altar. En 1792 al terminar su servicio de las armas le fue concedido una gran superficie de terreno en una zona a mitad de distancia entre Altar y Sana Ana, a unos 45 kilómetros al sureste de Altar, conocida como “El Ocuca” donde se estable con su familia. Por su parte, Santiago Redondo, hermano de José María, también recibió en pago a su servicio una superficie igualmente grande que se extendía de Altar al noreste hasta Saric y Tubutama. En esos ranchos tuvieron que ser autosuficientes ya que no existía en las cercanías ningún asentamiento humano con capacidad de comercio en lo más esencial de necesidades. En “El Ocuca” por ejemplo, tenían su propia escuela privada, una capilla donde se reunían en oración a mañana y tarde con todo y los sirvientes. La construcción contaba con torreones desde donde se defendían de los ataques de los apaches, tribu muy numerosa y sanguinaria.
El rancho ha logrado sobrevivir al través de los años. Aun se puede disfrutar de la sombra que dan sus bosques de mezquite, los arroyos de agua cristalina proveniente de sus manantiales que han provisto riego para cientos de hectáreas.
Cuando se descubrió oro en la Sierra Nevada de California en enero 24 de 1848, la notica se propago por todas las direcciones de nuestro mundo. La notica llego a “El Ocuca”, el joven José María sin pensarlo mucho se embarcó en su jornada en busca de riquezas. Desconocemos de su suerte.
En enero de 1847 Luis Redondo fue nombrado gobernador suplente del estado de Sonora. En plena Guerra México-Americana y entregó la gubernatura al nuevo mandatario estatal electo, Manuel María Gándara en el mes de mayo de ese mismo 1847.
Nuevamente encontramos información de José María en Sonora.
Ya para la mitad del siglo XIX José María Redondo era Prefecto del Distrito de Altar en 1857. En esas fechas Henry Crabb al mando de un puñado de filibusteros tomaron Caborca. José María Redondo, en apoyo a los caborquenses les envió una pieza de artillería para su defensa.
En 1859 José María llega a Yuma, en el estado de Arizona. Su primer proyecto de importante envergadura fue la de hacer una presa que detuviera el caudal del rio Gila, a corta distancia antes de conectarse con el Rio Colorado. Ya teniendo el control del preciado líquido, creo, el primer rancho de irrigación en Arizona con una extensión original de 44 kilómetros. Estable su residencia en lo que llamo Hacienda San Ysidro en honor a San Isidro, Santo patrón de los campesinos. Dicho sistema de irrigación fue novedoso que reclamo la atención de multitud de visitantes de muchas partes del mundo que acudían a conocer sus sistemas de irrigación. Fue el pionero en la producción de lechuga.
La inquietud de la minería no se había disipado. Sabemos que en 1862 tenía el registro de la mina La Paz, al norte de Yuma y en ese año logro la extracción de mineral por valor superior a un millón de dólares (22 millones en la actualidad)
Independientemente de sus logros en el ramo de agricultura, sus contribuciones en la vida social y política de Arizona quedaron firmemente plasmadas con su presencia en la Primera, Séptima, Octava y Novena Legislaciones del territorio de Arizona.
Cuando, en 1873 se elabora la primera proposición legislativa para la construcción de una penitenciaría estatal en Phoenix, se encontró sin soporte de parte del pueblo y en un acto inédito, José María Redondo y R. B. Kelly, sustituyeron el nombre de Phoenix por el de Yuma y así lograron que se aprobara la construcción de este centro penitenciario.
En 1878 fue electo como alcalde de Yuma. Al poco tiempo hubo una epidemia devastadora de viruela. Como medida de precaución de inmediato envió a su familia a California. El decidió quedarse al frente del gobierno municipal. Para su mala fortuna contrajo la virulenta enfermedad y falleció el día 18 de junio
Por sus logros es recordado como “El Padre de Yuma”, “El Padre de la Penitenciaria” y “El Padre de la irrigación en Yuma”