Avery Jackson es una niña transgénero de 8 años de edad que vive en Estados Unidos, quien desde los 3 años de edad y siendo criada como niño, manifestó su deseo de tener un vestido de princesa que después de muchas dudas sus padres, conservadores cristianos y republicanos de Kansas, le compraron pensando que se trataba de una fase.

Avery, que en su interior sabía que es una niña, le dijo a su mamá lo que sentía y ellas no sabía que existían las condiciones trans. A partir de esto, la familia de Avery ha pasado con ella un proceso de apoyo que la ha llevado a pasar por su transición de una forma amigable hasta cierto punto, pues la discriminación de su comunidad de origen no se hizo esperar.

A pesar de eso, su proceso la ha hecho sentir orgullosa de ser trans al grado de ser una activista importante en su comunidad en cuanto a la juventud LGBT, sus derechos y el conocimiento fuera del área de la salud de que pasar por la transición necesaria para reubicar a la gente en el género con el que se identifica, es siempre mejor entre más temprano en la vida se comience.

En México tenemos ya algunas facilidades médicas, legales y sexológicas que pueden ayudar a que niños y niñas que se identifican con un género que no coincide con su sexo de nacimiento puedan hacer su transición antes de la pubertad y ahorrarse muchos sucesos traumáticos.

Si un niño o niña que usted conoce está pasando por estas situaciones, sepamos que no es una fase y que la identidad de género se conforma en el primer año de edad y después de esto es imposible revertir esta identificación.

Está comprobado que cualquier terapia que intente redirigir esta parte tan importante de nosotros pierde tiempo invaluable y niega oportunidades de auto-aceptación, de crecimiento personal y familiar, entre otras cuestiones.

Existen argumentos y preocupaciones sobre lo acertado de una decisión así cuando la personita no sabe a qué se va a someter. Sin embargo, esto se facilita con explicarle concretamente todos los pasos que va a seguir si quiere comenzar su proceso desde la infancia, y con que además muchas de las dudas que podemos tener vienen de nuestra mente adulta llena de prejuicios que se curan informándonos.

La comunidad LGBT en cualquiera de sus variaciones está luchando por sus derechos, y esto incluye que sean vistos, aceptados y orientados en lo que necesitan en su momento tanto como las personas cis-sexuales. Esto implica que el modelo de educación de la sexualidad que estamos construyendo se acomode a las necesidades de la infancia incluyendo a todas las variedades de la diversidad sexual.