Cada 16 de septiembre el gobierno de Porfirio Díaz se aprestaba a celebrar el inicio de la independencia y el inicio de sesiones del poder Legislativo en la cámara.

El mundo ilustrado 1898 lo relataba así: ¨Llega el regocijo popular a la patriótica conmemoración de nuestra independencia, con recuerdo vivo aun de las manifestaciones que recibe en su día el Señor Presidente de la Republica.

Nunca como ahora ha sido tan sensible el contraste las antiguas monarquías y nuestra tierra opulenta y pacífica. Los tribunos de la democracia europea, decían proféticas verdades cuando en años de sacudimientos demagógicos para aquel continente nos presentaban a nosotros, pueblos nuevos de América, apercibidos con nuestra constitución igualitaria y humana para dejar vencidos todos los obstáculos y los problemas del porvenir resueltos dentro de las formulas de la justicia.

Dura ha sido la tarea de nuestros estadistas pero el que hoy gobierna a la Nación ha visto al fin triunfantes todos los ideales que incubó la Reforma y realizadas a todas las grandezas que él soñó para México en los días épicos de su juventud.

No hay partidos que amaguen seriamente la autoridad del poder público. Amplias y tranquilas llegan a nuestro suelo las ondas de la cultura moderna, sin preocupaciones que las rechacen, porque no hay en pie privilegios injustos ni vivían encastillados en tradiciones estorbosas para la civilización.

El General Díaz, gobierna en nombre de la Nación y para ella, comprendiendo en su programa todos los intereses, no los de una casta, ni los de un partido. Sus nombres aclamados unánimes, lealmente por los que representan alguna fuerza social respetable y benéfica.

Las Cámaras legislativas abrieron sus sesiones Inaugurando el nuevo ejercicio. Menos aparatosas que los parlamentos europeos, Las Cámaras de la Unión funcionan normalmente sancionando con su aprobación soberana, leyes en que imprimen al país sus progresos graduales y amparan con sabia previsión las condiciones de la vida civil.

Esta dicho que nuestro pueblo no necesita estimulantes para sentir lo épico de las fiestas nacionales.