El 11 de enero pasó a la historia como el día en que el gobierno de un país puso en marcha un plan para eliminar un sistema que ya le resultaba obsoleto: Noruega apaga sus estaciones de radio tradicionales y apuesta por la retransmisión digital de audio.
Aunque la radio y la televisión enfrentan retos extraordinarios ante el constante avance de las plataformas que tienen base en Internet, Noruega tomó la decisión por una razón estrictamente estratégica: la tecnología digital aporta ahorros sustanciales especialmente por las cuestiones orográficas de la península escandinava. Además, la radio digital permitirá que el espacio radioeléctrico del país sea empleado de forma más eficiente.
Actualmente operan ya 22 estaciones en formato digital y hay espacio para otras 20. El apagón fue para las cinco estaciones que quedaban en el formato analógico de la FM tradicional.
Lo que está por suceder en Noruega seguramente será seguido por todos los gobiernos del mundo, especialmente por la cantidad de radioescuchas que sobrevivan a este cambio; el riesgo está en la posibilidad de que las audiencias se dispersen y cubran sus necesidades de música e información por medio de servicios como Spotify o las colecciones personales de música en MP3.
Inglaterra y Suecia tienen programado su propio apagón de FM para el 2019, sin embargo, seguramente sacarán provecho de la experiencia noruega, particularmente de lo que suceda con las audiencias.