La indignación ha tocado puertas de los vecinos del norte y de nuestro país en últimas fechas por diferentes razones que tienen que ver con la política y las decisiones que se están tomando que afectan de diferentes maneras a la población de ambos países, y próximamente del mundo.

Entre las controvertidas propuestas que el recién investido presidente de los Estados Unidos ha dado a conocer está aquella que regresa muchos años en el tiempo en materia de los derechos reproductivos de las mujeres de su país: el corte de la financiación de ONGs que trabajan lo propio en cuanto al aborto.

Desde que Obama estaba en el poder, prohibió fondos directos para este servicio y desde antes las condiciones eran limitadas. Sin embargo, no se habían cortado los que correspondían a otros programas que tienen que ver con anticoncepción y atención posterior al aborto. Ahora tampoco recibirán estas contribuciones.

Desde luego activistas de la causa y demócratas de aquel país no tardaron en salir a las calles a protestar. A su vez los activistas pro-vida aplaudieron al Presidente Trump por su medida.

Ante este hecho y que el discurso del nuevo mandatario ha estado desde el inicio plagado, entre otras cosas, de misoginia, fobias a la diversidad y el estar contra los derechos reproductivos, se convocó a una marcha el pasado día 21 de enero en Washington que hoy se conoce como “Marcha de las Mujeres”, pero desde luego en esa primera edición desfilaron más de medio millón de personas que incluían a hombres.

La marcha desde su casual inicio fue tan bien acogida que se reprodujo en diferentes lugares del mundo con el ahora simbólico gorro rosa con orejas de gato conocido como “pussy hat”, que es un juego de palabras que se refiere a la vulva femenina de una manera que coloquialmente es despectiva y que como otros términos se ha retomado como motivo de orgullo entre quienes forman la causa, como por ejemplo gay o queer.

A esta marcha se unieron artistas como Michael Moore, Alicia Keys, Scarlett Johanson, Ashley Judd, America Ferrera y Madonna, entre otros. Unos de los lemas de la marcha son “Juntas somos más poderosas” y “Nosotros el pueblo somos más fuertes que el odio”.

Aunque se trata de otro país, no debemos dejar de poner atención en lo que suceda en cuanto a los derechos reproductivos de las mujeres de otras partes del mundo, pues todo lo que con mucho esfuerzo se ha venido logrando para tener algo parecido a la equidad es evidentemente frágil y lo mejor es enterarnos y responder a lo que suceda como causa humana que es independientemente de donde suceda, tal como hemos hablado antes de la prohibición de la mutilación genital en Nigeria y de otros fenómenos de diferentes países.