Para comprender el presente, hay que conocer y aceptar el pasado. Quien no mira atrás difícilmente entenderá el presente. Y no podrá construir su futuro.
La prensa y la publicidad se unen para siempre a partir de noviembre de 1827 cuando el periódico Le Constitutionnnel anuncia que una de sus páginas la dedicará para anuncios.
En 1845 Emilie de Girardin dijo: ¨ El anuncio debe ser conciso, sencillo y franco, carecer de encubrimientos e ir directamente a su objetivo con la cabeza alta. La evolución fue rápida, durante la mitad de la época del sigo XIX con la aparición de frases publicitarias.
En 1896 en los anuncios empieza a publicitarse las sustancias maravillas la solución a los problemas de salud y aparecen páginas completas con impresos publicitarios dando un ingresos muy importante a los periódicos y magníficos resultados a sus anunciantes.
Productos novedosos como las pastillas de Anacahuite servían para la cura de tos, bronquitis, y todas las afecciones pectorales.
El Agua Quinina Tónica de Ed. Pinaud para la cura de la caspa y la caída del pelo.
La Zarzaparrilla del Dr. Ayer que servía para purificar la sangre y para incrementar el apetito. En sus anuncios se enorgullecía de los premios que había logrado este jarabe en las exposiciones de Barcelona y Chicago, con grandes ventas y con cientos de consumidores que la adquirían y donde por cierto advierten por primera vez de lo que hoy sería la “moderna piratería” con imitaciones con una alerta: “póngase en guardia contra imitaciones baratas”.
Otra era la Leche Antefélica consumían la crema para pureza del cutis en que se prometía disipación de las pecas, que limpiaba y blanqueaba la tez además de combatir sarpullidlos arrugas y otros problemas.
Emplastos Monopolis de José Grissi era el súper remedio para la cura de heridas, tumores, llagas, arrugas, ulceras, gripe, hemorroides, garantizaba los resultados y era recomendada por usuarios nacionales y extranjeros porque estaba en venta todas las droguerías y boticas de la república y también el aceite maravilloso de José Grisi, que curaba reumatismo, ciáticas, y toda clase de dolores.
Además se anunciaba la venta de Pianos Wagner y Levien, como la gran fábrica de pianos, y distribuidores de los famosos órganos de la Carpenter Company y pianos Steinwy.