El baile de tubo o pole dance se ha asociado por décadas con el table dance que se practica principalmente para el entretenimiento del público masculino heterosexual en los clubes de strippers. Por esto mismo, pareciera que el pole dance no tiene una historia más allá de ser un baile provocativo, incluso obsceno según ciertos pareceres, pero tiene sus orígenes fuera de estos contextos, y por la fuerza corporal que requiere parece no querer quedarse ahí y ser reconocido como una forma de arte y/o deporte. Incluso se discutió la posibilidad de ser llevado a las olimpiadas de 2012 pero no se permitió por no tener criterios de evaluación definidos aun, pero la historia seguramente no terminará ahí.
Su historia se remonta a una práctica que tuvo sus orígenes en la India en el año 1135 d. C. llamada Mallakhamb (Malla = luchardor, Khamb = Tubo), que no era relacionada con un baile erótico sino con entrenamiento exclusivo para luchadores, cuya finalidad era la de desarrollar más velocidad, mejores reflejos, concentración y coordinación. Fue hasta apenas el siglo XVIII que un mayor número de personas lo comenzaron a practicar. Actualmente se siguen celebrando campeonatos de Mallakhamb en la India, considerándosele un deporte en el que los gimnastas realizan diferentes posiciones en un tubo vertical de madera que suele ser más grueso que el del pole dance.
En China existe la Vara China o Chinese Pole que practican los cirqueros profesionales a alturas de entre 3 y 9 metros de alto.
También se asocia la historia del Pole Dance con la práctica del striptease en Sumeria hace poco mas de 5 mil años. Se dice que la diosa del amor, Inanna, pasaba por siete puertas bailando, caminando y quitándose prendas o joyería mientras se acercaba al encuentro de su amante, Damouz.
No fue sino en los años 20 del siglo XX que surgieron los inicios del Pole Dance desde el punto de vista Occidental, en los shows de burlesque y striptease que se daban en los cabarets de ciudades como Paris, Francia. De esta forma, el Pole Dance comenzó a verse como un baile erótico mucho más pronto en la historia que como un deporte.
En 1994 Fawnia Dietrich fue la primera mujer en dar clases de pole dance y crear su propia escuela en Las Vegas, Nevada, EUA.
A partir de esto, el pole dance ha ganado popularidad y ya no solo lo practican mujeres, pues el n’umero de hombres interesados en practicarlo va en aumento al considerarlo una combinación de deporte y arte. Actualmente esta visión es popular mundialmente, especialmente en países como Estados Unidos, Australia y Reino Unido.
Actualmente las competencias que se llevan a cabo se enfocan en lo artístico y acrobático, y prohíben la desnudez. La primera competencia se llevó a cabo en Ámsterdam en 2005, resultando ganadora Elena Gibson, quien unió el ballet clásico con el pole dance. El primer hombre en resultar ganador fue el bailarín Zhang Peng en el 2007.
Es desde inicios del nuevo milenio, que organizadores de competiciones del llamado “Pole Dance Fitness” han luchado para cambiar la percepción que se tiene de esta práctica. Se busca diferenciar el arte de hacer pole dance, de los bailes que tienen una connotación sexual y que han sido empleados frecuentemente en los clubes de desnudistas.
Es cierto que la connotación sexual que se le ha dado hasta ahora el Pole Dance ayuda poco con su entendimiento como un arte o un deporte y se comprende perfectamente la distinción al ponerle “fitness” para destacar el objetivo de esta práctica.
Sin embargo, cabe señalar que sea el que sea el objetivo desde lo que se desea que el mundo piense de esta práctica, una disciplina que promueve que las personas alcancen el máximo potencial de equilibrio, fuerza, expresión corporal, estar a gusto con el propio cuerpo a través de su apreciación estética y logros definitivamente tiene un efecto positivo en la autoimagen sexual de quien la practica.