La hipótesis de que habían sido escurrimientos de agua de lluvia los que llevaron bacterias contaminantes a la bahía se desplomó rápidamente. Y es que tal aseveración se hizo sin un sustento preciso. Así se les ocurrió y así lo anunciaron.

Luego vino el cierre de las playas. Colocaron banderas preventivas y lo presumieron. Y seguían echándole la culpa a las lluvias.

Pero se fueron las lluvias y la contaminación no cedió. No cedió hasta que la proximidad del periodo vacacional milagrosamente bajó el número de bacterias (enterococos) presentes en las playas.

Y así como colocaron las banderas preventivas, así también las quitaron. Rápido. Con boletín y foto para ilustrar la nota.

Pero a las horas vino la reconsideración. Las playas seguían contaminadas y era obligado su cierre para uso recreativo. Ya de las lluvias nadie se acordó.

Ni de las lluvias ni de las verdaderas fuentes de contaminación.

Llegó la Semana Santa y miles de bañistas hicieron uso de las playas contaminadas. Las autoridades terminaron por desatenderse del problema pese a los riesgos para la salud que ello implica.

Se fue la Semana Santa y se fueron también miles de visitantes.

La contaminación de nuestras playas parece que también se fue en el viaje.

Ninguna autoridad retomó el tema y mucho menos se han preocupado por determinar la verdadera fuente de contaminación de nuestras playas. Y si no lo han hecho es porque la contaminación no la provoca un simple escurrimiento de lluvia. Por supuesto que no.

Circo Rolex

Llegó el circo Rolex a la ciudad. El mismo circo que salió de Mexicali en medio de fuertes señalamientos provocados por el asesinato cometido en contra de una jovencita por un trabajador de esa empresa.

Desde hace años este circo cambió los espectáculos familiares para ofertar números en donde los artistas principales son jóvenes que hacen peripecias con sus dorsos al descubierto. La principal concurrencia del Circo Rolex lo constituye jovencitas menores de edad.

Hace varios años, aún se recuerda, este mismo circo terminó una función en las primeras horas de la madrugada sin contar con los permisos de las autoridades locales.

Jovencitas ensenadenses seguían a los artistas no solo en las funciones del circo, sino en las actividades que estos realizaban lejos de las carpas. Obvio, hubo quejas y reclamos de padres de familia.

Ya está el Circo Rolex en la ciudad. Será tarea importante de las autoridades vigilar se cumpla a cabalidad con los reglamentos y de los padres de familia estar al pendiente de sus hijos. Cero tolerancias.

Lo de Mexicali es apenas un aviso.

De Omisiones

Hace días la Sindicatura Municipal interpuso una denuncia penal en contra de quien fuera tesorero en el XXI ayuntamiento. Que hubo mal uso de los recursos públicos, se argumentó.

Hasta ahí todo bien. Corresponderá a la PGJE hacer su chamba.

Pero sorprende que el directamente responsable de vigilar que en la pasada administración los recursos públicos tuvieran un uso y destino correcto, como es el caso del ex síndico procurador, hoy despache campechanamente como secretario general del gobierno actual.

Las omisiones también se castigan y si hubo irregularidades financieras, como se argumenta, lo apropiado es separar de su encargo al secretario general para que responda por su irregular desempeño.

Es lo menos.