Llegó la Catrina a Ensenada
fue a tomarse una margarita.
Se quiso lavar las manos
y ni agua pá su carita.
En Ensenada no pasa nada,
hace mucho le habían advertido
pero cuando andaba en el centro
ya querían robarle el vestido.
¨Vengo buscando a un hombre.
Quiero ver al alcalde,
conocer dónde se esconde,
tengo anotado su nombre¨.
Y entonces subió a un microbus
rumbo a casa del municipal,
pasó por colonias sin luz,
por baches y calles sin terminar.
Pobre Calaca del pueblo,
quiso conocer la playa,
con agua llena de caca,
basura y muchísimas ratas.
¨Ay estos ensenadenses
tan cochinos me salieron.
Votaron por el mismo partido
aunque casi los dejan en cueros¨.
Ya en la casa de Novelo
preguntó por qué tanto alarde
de decir que Ensenada va PRImero
pues creyó que ya ni había alcalde.
¨Te daré todo mi dinero
pero no me lleves Calaquita¨,
en vano le dijo Novelo
pues se lo llevó la Flaquita.