Un alcalde bien intencionado, cierto, pero a fin de cuentas solitario y desamparado por un gabinete de colaboradores de bajo perfil que cumplen apenas con la cuota mínima de aplausos y reverencias para conservar la chamba.

Novelo enfrenta las complicaciones propias de un Ayuntamiento en crisis, sin un soporte burocrático que le aligere las cargas.

Sin asesores, porque los despidió, sin estrategas políticos que le sofoquen los incendios que le salen al paso, el alcalde hace lo humanamente posible por responder a los reclamos que se multiplican.

En esa evidente soledad que acompaña al presidente municipal, pocos funcionarios le son correspondientes a la confianza depositada: Guadalupe Mendez Maldonado y Cesar Cuevas Ceseña, por ejemplo.

Los titulares de la Tesorería y la dirección de Infraestructura, respectivamente, se manejan públicamente de manera muy discreta, pero en lo suyo resultan eficientes.

Méndez y Ceseña no son nuevos en este tipo de encomiendas. Ambos acumulan larga experiencia en cargos similares y eso se nota en sus departamentos.

Sin Méndez en la Tesorería, argumentan expertos, el municipio estuviera atrapado inoperable crisis financiera.

En Seguridad Publica, Registró Civil y Comunicación Social, sus titulares hacen malabares para sacar el trabajo encomendado y que se ve limitado por la escasez de recursos.

Muchas las exigencias, mucho el trabajo, pero escasa la disponibilidad financiera.

A partir de ahí Marco Novelo se hace acompañar de un gabinete de colaboradores que le socorren con el aplauso y las porras en sus redes sociales, más no con trabajo.

Y lo que ocupa el primer edil es esto ultimo, ya que de porras y elogios le tienen llenas las alforjas.

Tomando en cuenta que aún es muy temprano para quedarse solo, lo más probable es que el empresario venido a político haga cambios en el organigrama municipal antes de que se cumpla su segundo año en el cargo.

Muy independiente de que decida buscar una reelección, Novelo necesita distribuir y descargar responsabilidades en la recta final de su gobiernos.

A menos que lo de él sea gobernar en solitario.