Como hace 22 años, Samuel Contreras y su esposa Honeida Rodero se esmeran en atender a los clientes en su puesto ubicado en Av. Granados casi con calle Segunda (a un costado de Cooperativa La Purísima), con una receta que se ha convertido ya en toda una tradición en Ensenada, los tacos de chilorio.
El chilorio es un platillo originario del estado de Sinaloa; esta receta es a base de carne de cerdo desmenuzada que se sazona con chile pasilla, ajo, comino y orégano; una vez reposada esta mezcla, se cocina a fuego lento durante unas horas, en este caso, Samuel la prepara con su delicioso sazón para deleitar a los clientes que llegan para saborear sus tacos.
La tortilla puede ser de maíz o de harina, al taco siempre le pone un piquete de chicharrón y se puede acompañar con un picadillo de piña preparado con cebolla morada y chile habanero, con una mermelada de piña y/o con una salsa de pico de pájaro; el resultado es una combinación perfecta, simplemente sorprendente.
Casi desde sus inicios, sus clientes lo bautizaron cariñosamente como el güero chilorio. Orgullosamente, Samuel comparte su agradecimiento por el éxito del negocio ya que le dio la oportunidad de ofrecerles una buena educación a sus dos hijas, ambas profesionistas, una es médico y otra es arquitecto.
Su expresión se vuelve seria al recordar cómo llego a Ensenada desde su tierra natal, Guasave, allá se dedicaba a la agricultura y al llegar a nuestro puerto trabajó como ayudante durante 10 años en un establecimiento de comida china, posteriormente, junto con su esposa, se convirtió en el dueño del puesto de tacos que todos conocemos.
Hoy, el güero chilorio, a sus 57 años de edad, está aportando al seguro social para su pensión “pero no te creas que me voy a retirar, qué te parece si me dan la pensión, y sigo chambeando hasta que el cuerpo aguante, por cierto, hace poco mi hija me regaló un carro, huy, la neta se siente re-bien”, finalizó así esta cálida conversación.