En este octubre llegó a Netflix la segunda temporada de Rotten, basada en ideas originales de Anthony Bourdain (1956-2018) y producida por la multi premiada Zero Point Zero. Es una serie que observa el lado oscuro de la industria alimenticia y nos revela desde otro ángulo, los grandes fraudes y crímenes que ha cometido; son historias verídicas que nos estremecen. Bajo el argumento de que el sistema de suministro de alimentos está roto, corrupto, sucio, inhumano y plagado de fraudes, en esta nueva entrega, Rotten nos expone lo que está sucediendo dentro de la industria de alimentos y bebidas a través de estos candentes temas:

La guerra del aguacate: El ascenso del aguacate a la moda culinaria como un superalimento imprescindible en la mesa lo ha convertido en un cultivo muy lucrativo y un imán para los carteles hambrientos de dinero.

El dominio del terruño: En el sur de Francia, los viticultores frustrados llegan al extremo para evitar importaciones baratas de España y la nueva competencia de China.

Aguas turbulentas: El crecimiento explosivo de la industria del agua embotellada ha llevado a las corporaciones a hacer suministros públicos de agua y ha dejado sedientos a los ciudadanos vulnerables.

Un dulce trato: trabajadores explotados, ecosistemas alterados, juegos de poder político, detrás de escena, el azúcar es todo menos refinada.

Chocolate amargo: para gran parte del mundo, el chocolate es puro placer, pero el largo viaje del frijol a la barra está lleno de miseria. ¿Puede una nueva empresa cambiar el rumbo?

Alerta en golosinas: Las nuevas leyes sobre la marihuana permiten producir golosinas con esta sustancia. Este panorama alimentario que cambia rápidamente conlleva riesgos para los consumidores.

Las historias afectan por igual en este mundo globalizado, debemos estar alertas con estos ejemplos. Como muestra tenemos el episodio que trata el tema del aguacate, donde el valor de este producto llegó a corromper al Estado Mexicano.