En mi cuenta de FB publiqué la siguiente interrogante:
“Una pregunta para todos aquellos, hombres y mujeres, que sueñan con despachar como alcalde:
Cuál sería su propuesta para contrarrestar el problema de la inseguridad en este municipio?
Me refiero a una propuesta seria, sustentada, no ocurrencias.
Digo, porque si van a salir con poner un policía en cada esquina, mejor aspiren a otra cosa.”
Y lance la pregunta a sabiendas de que las respuestas serían, cuando menos por lo que toca a los que sueñan con ser alcaldes, escasas. De escasas a nulas.
Y no me equivoqué.
Y es que tener una propuesta de gobierno sustentada, para abatir la inseguridad que nos agobia y maltrata no es tarea sencilla.
Ojalá existiera un método probado, rápido y eficaz para someter este flagelo social. Cuando menos rápido y eficaz como lo reclama la población no lo tenemos. Probado, menos.
Por eso, proponer ocurrencias para acabar con la inseguridad se ha convertido en una práctica muy socorrida por los políticos y por los aspirantes a serlo.
Y la verdad, subir ocurrencias en un entorno tan complicado y que ha dejado tanta sangre en el camino, resulta inaceptable.
Pero si bien los políticos no respondieron la interrogante, algunos ciudadanos si lo hicieron.
Les comparto algunos fragmentos de sus respuestas:
Arturo Chillon:
“Ley fuga sin miramientos a todo tipo de delincuentes en el momento, empezando por los ministerios públicos, reo que dejen salir, ocupará su lugar, apoyo total a la policía, cero tolerancia, recoger carros abandonados en calle...”.
Luis Rementeria:
“ Creo que dos de las principales razones de inseguridad en el puerto provienen de las operaciones de los agentes de seguridad y de los principios de los ciudadanos.
1.- Respecto a las operaciones de agentes de seguridad pública:
He escuchado que los agentes (policías, bomberos, y todos aquellos involucrados) perciben malos salarios y prestaciones. Considerando que estas personas salen a la calle todos los días arriesgando su vida por el bien social, lo primero que haría es una auditoría completa a la calidad de trabajo en todos los cuerpos: Brindarles herramientas de calidad, salarios a la altura y todas aquellas prestaciones para que sus familias estén bien, porque lo que se espera de ellos es que defiendan con su vida al ciudadano si se requiere.
2.- Respecto a los principios de los ciudadanos:
La seguridad pública no es solo responsabilidad del estado, sino también del ciudadano evitando ponerse en riesgo en medida de lo posible, y esto se inculca desde temprana edad.
Talleres como el de DARE que se ofrecía (desconozco si aún se hace) en escuelas de educación básica, pero desarrollados e implementados por personas competentes. Promoción del deporte, tal vez intentar que escuelas se involucren en torneos deportivos, nuevos programas para la prevención del delito y algunos especiales para que la comunidad joven entienda el trabajo de los cuerpos de seguridad. Sobre todo en colonias de mayor riesgo”.
Samuel Rios:
“Quitar del servicio a policías corruptos que hacen mucho daño, informando de todo lo que pasa al interior y que el ejército y marina instalen retenes para requizar armas de fuego.
El tener malos policías al interior de las instituciones ,se evitará fuga de información.
Los mandos policiacos municipales son auxiliares y preventivos por lo tanto solo la a más limpios tendrán acceso a operativos”.
Óscar Anguiano:
“Meter a la Marina, no puedo creer que no pudieron responder a tiempo en el homicidio de la bufadora, es la única salida en 20km (como 15 a 20 min) 😏. Y pues legalizar las drogas, volverlo un problema de salud, no uno de seguridad”.
Es evidente, pues, la imperiosa necesidad de reordenar la casa. Una casa patas para arriba en materia de seguridad pública.
Una casa desordenada, anárquica; donde la corrupción, desidia y la impunidad se alojaron de manera férrea. Tan de férrea manera que necesitamos más que ocurrencias para echarlos fuera.