Mentiras el mundo observa —y retuitea— los dimes y diretes que surgen a diario con la red social del pájaro azul, particularmente desde que fue adquirida por Elon Musk, Jack Dorsey fundador y director ejecutivo de Twitter hasta hace poco menos de un año, cuenta ya por decenas de miles a los entusiastas que se han sumado para probar la versión beta de Bluesky Social, plataforma que la prensa especializada ya bautizó como ¨el nuevo twitter¨.

Bluesky tiene base en un protocolo de comunicación pensado en servir como base para la nueva generación de redes sociales. Si seguimos la metáfora expresada en el nombre, el pájaro azul vuela en el cielo azul, donde además conviven otros entes.

Elon Musk compró un potente medio de comunicación y fiel a su estilo, no tardó en protagonizar los sainetes con los que sueña todo nuevo dueño: despedir con frase matona a medio mundo sin importar las cantidades millonarias a pagar, para luego entender que no era del todo una buena idea y tratar de contratarlos de nuevo.

Al final siempre llega lo inevitable… la edad alcanza al visionario y lo deja miope.

Entre las cuentas de publicidad que se pierden y el posible cobro mensual por la cuenta verificada, los millones del presente se convierten rápidamente en las quiebras espantosas del futuro, especialmente cuando se pierde la perspectiva de lo dinámico y cambiante que resulta el mercado en Internet.

Toda idea sencilla termina por complejizarse con el paso de los años y si algo ha enseñado la historia reciente de los grandes fenómenos del Internet, es que por encima de las rondas de inversión que inflan en papel lo que carece de valor real, está una idea central que debe conectar con el mercado o transformarse tantas veces como sea necesario hasta que auténticamente lo consiga.

En mi trabajo con directores de empresas de todos los tamaños a veces surge la pregunta: si empezaras de nuevo ¿qué harías distinto?... por exitosos que sean, no hay uno al que no se le ilumine el rostro, ese es el incalculable valor de la experiencia.

Musk puede ser un genio innovador en muchos ámbitos y seguro podrá llegar a hacer grandes cosas en Twitter, pero mientras eso sucede, los experimentados que ya operan el mundo y la fila de jóvenes talentosos llenos de ideas y energía pueden fácilmente ganar la carrera, porque un gran ego sólo es peso muerto y se contabiliza en contra.