Este domingo celebramos el 106 aniversario de la Ley Suprema de la República, la Constitución Política de México, promulgada el 5 de febrero de 1917, cuando la Secretaría de Gobernación hizo la solemne promulgación de la nueva Constitución Política, simultáneamente en las principales ciudades de la República.
El texto fue leído íntegramente, por lo menos una vez en el momento de su promulgación. No recuerdo y no encontré evidencia que en alguna de las legislaturas posteriores hubiera sido leída completa la ley más importante de nuestra nación; los funcionarios de elección juran cumplir y hacer cumplir siempre la Constitución pensando en el bien de los mexicanos y mexicanas.
La Constitución, posterior a su promulgación, ha sido modificada a solicitud de los presidentes de la república y con el acuerdo de los legisladores, también por petición de los legisladores de acuerdo a sus propósitos partidistas y personales del sexenio gubernamental en turno, muchas veces para satisfacer su ego, programas que no benefician a los mexicanos. Hoy vivimos uno de ellos que se anteponen: El tren maya, la refinería de dos bocas, el aeropuerto de Santa Lucia (Aereopuerto Internacional Felipe Angeles) , desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE), anteponiéndolos a la seguridad, salud y felicidad de todos nosotros.
En 1917 el texto de la Constitución fue enviado a todas las ciudades de nuestra nación, se difundió íntegro, ¿Cuándo se vuelto hacer una difusión general? ¿Cuantos ciudadanos, ciudadanas, funcionarios, funcionarias han sentido el interés de leer íntegra la Constitución? La difusión de la Constitución en redes sociales no demuestran que susciten interés generalizado, hasta que alguien le afecto en sus derechos, las leyes en nuestro país emanadas de la constitución son complejas para la mayoría de los mexicanos.
En la del 87, los nueve diputados y los nueve senadores por simple capricho podían convocar a sesiones extraordinarias, podían negarse a sesionar en caso urgente a solicitud del ejecutivo, rechazar las leyes y decretos propuestos por el presidente por simple mayoría, la omnipotencia de una asamblea legislativa conduce al nepotismo de pasiones malsanas, al califato de las camarillas demagógicas, a la satrapía de los agitadores, al peor de los gobiernos absolutos que es las minorías anónimas desenfrenadas e irresponsables. Esta circunstancia hacía impracticable la Constitución del 87: Juárez, Lerdo, Iglesias Comonfort, Gutiérrez, Juan José Baz, Santos Degollado cuando fueron ministros Dijeron ¨Con la constitución del 57 todo gobierno era imposible¨. ¨Por esa razón los presidentes que no se apoyaron como Díaz en la corrupción y la mentira tuvieron que gobernar como dictadores civiles, provistos de facultades extraordinarias que nulificaban la constitución. Con la nueva constitución el presidente es fuerte por ley y no tiene necesidad de comprar a los representantes del pueblo ni amedrentarlos con la fuerza armada¨.
Ahora en el año 2023 nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador es fuerte pero abusando de su poder pretende eliminar las instituciones de nuestra democracia, utilizando las cámaras del congreso, espero que él reflexione que no es lo mejor para México y canalice los recursos a la seguridad y salud de todos los mexicanos, retrasando sus multimillonarios proyectos todos se lo reconoceremos y pasará a la historia como el presidente que entendió y atendió a los mexicanos.