Con fibra dietética me refiero al componente nutricional que encontramos en los alimentos de los cuales existen dos tipos, y conforme estos serán sus características y beneficios. Dependiendo del alimento, sabremos que tipo fibra contiene.

Ejemplo, está la fibra soluble la cual es la que encuentras en alimentos como: Avena, leguminosas, frutas como manzana, papaya, etc. es caracterizada por tener solubilidad en el agua, contrarrestar la glucosa en sangre y mejorar los niveles de colesterol.

La fibra insoluble de lo contrario es la que no se disuelve en agua y la encuentras en verduras, frutos secos, papa, granos integrales, maíz, etc. y como no se disuelve como tal, el intestino la aprovecha dándole forma a las heces.

También hay alimentos que contienen los dos tipos de fibra, algunos en mayor cantidad que la otra. Un buen ejemplo de esto sería el aguacate.

La fibra y la Microbiota intestinal juegan un papel muy importante juntas ya que ésta ayuda a mantener la flora intestinal saludable fermentándola, recubriéndola y así evitando padecimientos gastrointestinales.

Como ya se mencionó también es de gran ayuda para los procesos digestivos, iniciando con la masticación, seguido del mantenimiento de la estructura de la flora intestinal además de proporcionar saciedad.

Diversos estudios demuestran que el sobrepeso y la obesidad están estrechamente relacionados a un bajo consumo de fibra y así también se demuestra, que el agregarla a tu alimentación tiene un impacto positivo en tu salud.

La recomendación diaria para el consumo de fibra es de al menos 25 gramos al día para cubrir el requerimiento que el cuerpo necesita, mantener nuestro sistema digestivo saludable y evitar enfermedades crónico degenerativas a largo plazo.

Es importante mencionar que cualquier alimento, incluso el de mejor calidad como la fibra, podría ser perjudicial para la salud si lo consumes en cantidades no recomendadas.

También, consumir fibra como tal sola podría causarte un daño o barrido de la flora intestinal. Es preferible que la consumas directamente de los alimentos con regularidad.

Así también destacar que la fibra no te quitara ninguna enfermedad crónica, si no que te ayudara a prevenirlas, y a tener un balance entre tu digestión y otros procesos del cuerpo como colesterol y niveles de glucosa en sangre.