Las huellas más aparentes que quedaron para siempre plasmadas en la península, fueron los más de 4 millones de árboles de olivo, miles de parras en el hoy próspero Valle de Guadalupe y los sentimientos de afecto, admiración y cariño que sembró en todos y cada uno de sus contactos personales a lo largo de 9 décadas de entrega total y absoluta a esta tierra que tanto amo.

Nació en Hermosillo, Sonora el 18 de marzo de 1893. Su infancia la paso entre los huertos y las labores de agricultura, arduamente, junto a sus hermanos. En su mente quedaron plasmados los recuerdos de sus estudios primarios y del disfrute de las labores del rancho.

En 1910 ingresa en la Escuela de Agricultura de los Hermanos Escobar. Es ahí que un profesor afecto a bautizar con apodos a los estudiantes le impuso el sobrenombre “La Changa”, mote con el que fue conocido de ahí en adelante.

En 1916, su hermano José Manuel Ferreira fue nombrado a colaborar con el gobierno del coronel Esteban Cantú y después fue nombrado jefe de aduanas del Distrito Norte de Baja California.

En1920 Don Vicente realiza una visita a su hermano José Manuel y descubre con asombro el despegue agrario del valle de Mexicali. Decide dejar Arizona y se muda a Mexicali. Opera una flotilla de 14 tractores, mismos que arrendaba a nuevos agricultores del valle, en la región de la colonia Progreso. Tenía a la vez una perforadora de pozos. Dicha colonia Progreso había sido formada por el gobernador Rodríguez en forma de cooperativa.

En 1923 el general de división Abelardo L. Rodríguez, fue nombrado Gobernador del Distrito Norte de Baja California. Llego en octubre de 1923 con 500 hombres para retomar el control del norte del hoy estado. Mexicali tenía entonces 5,000 habitantes y Calexico 7,000.

Así mismo en 1923 su hermano mayor Jesús Maria Ferreira, quien en ese entonces era general brigadier fue nombrado Jefe de Operaciones militares en la región.

El día 10 de septiembre de 1923 ocurriría un eclipse solar total. De acuerdo a las noticias que se divulgaban seria apreciado en toda su magnificencia en la zona del puerto de Ensenada. Aprovechando el hecho que el general Ferreira iniciaba en esos días un recorrido por las plazas del distrito norte se ofreció a acompañar a su hermano.

Circunstancias de la vida. Un hecho natural de gran significación en la vida de Ensenada y de Vicente Ferreira. Decidió viajar e Ensenada en esa fecha, su primer viaje donde descubrió la que sería su tierra adoptiva y con la que desde esa fecha produjo un entrañable amor.

En 1923 el General Rodríguez lo nombra Comandante del Hipódromo de Tijuana (Ciudad Zaragoza). Este fue el primero de los hipódromos, cerca del cruce fronterizo. Haciéndose cargo inicialmente del cuerpo de vigilancia y eventualmente convirtiéndose en jefe de compras del hipódromo. Asistiendo al General Rodríguez en una diversidad de capacidades y demostrando desde ese tiempo una honestidad y una rectitud probada. Esto le gano la confianza del general Rodríguez, amistad, y colaboración que duro hasta la muerte del general en 1967.

En 1927, en El Sauzal, hoy Sauzal de Rodríguez, acatando las instrucciones del General Rodríguez localizo y delimito los terrenos, para la construcción originalmente de una planta procesadora de pescado y de una casa de campo para el General Rodríguez. Esta planta pesquera sirvió de centro de operaciones para el futuro desarrollo de las actividades pesqueras y sirvió de punto de apoyo para el desarrollo posterior de los diversos centros pesqueros que se establecerían a lo largo de la península de Baja California.

En 1929 el general Rodríguez renunció a su cargo de gobernador del distrito norte de Baja California y emprende un viaje de estudio por Europa, donde quedó impresionado por las vastas extensiones de olivos y parras. A su regreso en pláticas con Don Vicente llegaron a la conclusión que debido a la semejanza del clima mediterráneo, y teniendo las facilidades generales para impulsar la siembra, y la producción de parras de vid. Ya había, el general, adquirido la vitivinícola Bodegas de Santo Tomas y le encargo a Don Vicente lo relativo a los olivos.

Estableció un vivero donde se generaron eventualmente al través de muchos años, más de 4 millones de estacas de olivos. Ya los árboles de olivo comenzaban a cambiar el panorama de Baja California. Había ya necesidad de industrializar la producción de la aceituna. En México no existía ninguna fábrica de aceite de oliva. En la zona de Escondido, California, para su buena fortuna, encontró una planta de aceite de oliva que estaba renovando su equipo, había crecido más allá de sus límites de producción y Don Vicente tomo el riesgo de comprar las prensas, y demás enseres con los que instalo, en El Sauzal, la primera fábrica de aceite de oliva en México. Los agricultores ya tenían, a partir de entonces donde entregar el producto de sus cosechas.

La reputación de Don Vicente Ferreira en el campo de la agricultura fue reconocida ampliamente. Tanto así que en 1947 El general Ávila Camacho, siendo presidente de la republica tomo a bien nombrarlo como Jefe de Servicios de la Dirección General Forestal y de Caza en el territorio norte de Baja California.

En 1950 estableció una segunda planta de producción de aceite de oliva y enlatado de aceitunas. En el rancho Matanuco, en la zona de El Florido de Tijuana Baja California, propiedad del entonces presidente de la república, Lic. Miguel Alemán Valdez, en sociedad con el Coronel Serrano.

Don Vicente participo activa y dedicada mente en la campaña de reforestación de la península de Baja California, poniendo en práctica sus amplios conocimientos de agricultura y estando consiente de las condiciones climáticas y particulares de las diversas zonas tanto costeras como de la sierra.

Con la visionaria opinión de Don Vicente, que había dedicado mucha de su atención al desarrollo de los olivares en el valle de Guadalupe y conociendo la tradición rusa de producir vino, el General Rodríguez encarga a Don Vicente la localización y compra de terrenos rústicos necesarios para la plantación de 30,000 parras, importadas de España Francia e Italia. Es Don Vicente quien se encarga de negociar con los propietarios de diversas parcelas la adquisición de aproximadamente 100 hectáreas. Enseguida vinieron los trabajos de desmonte y preparación de las tierras para iniciar los primeros viñedos comerciales y en forma organizada de lo que es hoy el lugar más importante en la república mexicana en la producción de uva para vino y mesa.

Independientemente de las actividades relacionadas con la agricultura, Don Vicente desarrollo diversas actividades, ya sean como incursionar en explotación minera en “Peñón Blanco”

También estableció una fábrica de lanchas y pangones que se utilizaron en la explotación de abulón por parte de las cooperativas de la parte central de la península e islas aledañas.

En 1966 gestiono la autorización para el comercio de concha tanto de abulón como de almeja que exportaba, principalmente al continente asiático

Murió en su querida Ensenada el 10 de enero de 1979. Le sobrevivieron Lucrecia, hija de su primer matrimonio. Su esposa Maria de los Dolores Bartrina Rodríguez viuda de Ferreira; sus hijos: Vicente y María del Carmen, su entenado Rafael González Bartrina, sus nietos Thalia Margarita, Héctor, Ricardo, Vicente y Alfonso hijos de Vicente Ferreira Bartrina y Cynthia, Edgar y Juan Manuel, hijos de María del Carmen.