Hace ya alrededor de 50 años, en ese tiempo me desempeñaba como jefe de inspectores de pesca en Baja California. Era tiempo de verano según quiero recordar, cuando nos llegó información de parte de Rafael Espinoza, a la sazón, presidente de la Soc. Cooperativa Ensenada, que tenía como zona concesionada la costa desde los Islotes Coronado y Playas de Tijuana hasta Punta Canoas, al sur de El Rosario, reportando que en el área costera en Vicente Guerrero había un grupo de personas que abiertamente estaban promoviendo la pesca de langosta y almeja pismo (ambas especies marinas reservadas para pesca exclusiva a la mencionada cooperativa).
Decidí hacerme acompañar de Alfonso de Anda López, ex mecánico de aviación e inspector de pesca. El camino pavimentado de la carretera Transpeninsular terminaba justo en Arroyo Seco, a la margen del arroyo de San Telmo. La terracería tenía como característica en el tramo de ese lugar y hasta El Rosario una superficie de “lavadero” que hacía el trayecto lento y sacudido.
Llegamos a la Colonia Vicente Guerrero y buscando información llegamos a la conclusión que el lugar que buscábamos era “Los Molinos” a unos cuantos kilómetros entre la carretera y la costa. Al llegar al lugar encontramos unas casas de campaña, unas casas remolques y dos construcciones de material a medio construir.
Diversos adultos y menores se encontraban en la propiedad y al cabo de unos minutos de estar haciendo platica insubstancial con algunos de los hombres (algunos norteamericanos, algunos mexicanos) se acercó a nosotros un hombre sumamente alto, cerca de 2 metros, vestido pulcramente, al contrario de las demás personas quienes portaban ropas de trabajo, ajadas y polvorientas, este hombre con ropa “de calidad” con zapatos no solamente aseados, pero relucientes, se presentó y nos refirió que eran un grupo de amigos en un retiro religioso.
No encontramos indicios de artes de pesca ni lugares para la conserva de productos marinos. Por lo que dimos por concluida nuestra visita informal. Al retirarnos me dijo, Alfonso, quien era ministro de una pequeña iglesia cristiana en la Colonia Hidalgo en Ensenada. “Ese que acabas de conocer, ¿Sabes quién es? Me preguntó. Le respondí que no reconocí su nombre. “Ese, ese es el meritito Satanás” con voz tranquila, serena y segura me dijo.
Muchos años después para mi asombro conocí la historia de Ervil LeBaron.
Para tener una idea de quien es esta persona nos tenemos que trasladar no solo en tiempo, sino en condiciones sociales. Es necesario conocer el mundo Mormón.
El primer cambio en la estructura mormona fue cuando en 1890 La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días abandono de manera oficial la poligamia. Sin embargo algunos miembros de esta iglesia deseaban permanecer con esta práctica, y para evitar problemas con las leyes de Estados Unidos emigraron hacia México.
Alma Dayer LeBaron fue uno de estos renegados que migraron, y en 1924 se mudó con su familia (que incluía dos esposas y ocho niños) hacia el México fronterizo; más específicamente en Galeana, Chihuahua, donde fundaron una granja llamada “Colonia LeBaron”, con fundamentos básicamente mormones pero con la salvedad de que siguieron la práctica de la poligamia, a pesar de estar prohibida, esta, por las leyes federales mexicanas.
Cuando Alma Dayer murió en 1951, él heredó el liderazgo de la comunidad a su hijo Joel LeBaron, quien paulatinamente incorporó la comunidad a la Iglesia del Primogénito de la Plenitud de los Tiempos (Church of the Firstborn in the Fullness of Times) radicada en Salt Lake City, Utah, en EE.UU.
Un hermano menor de Joel, de nombre Ervil, era el segundo al mando en la comunidad durante los primeros años de la Iglesia del Primogénito de la Plenitud de los Tiempos. El grupo, por esas fechas, contaba con cerca de 30 familias, que radicaban tanto en Utah como en la comunidad de “Los Molinos”, en Baja California. Esta colonia tenía una superficie de 3,500 hectáreas y una extensión de 24 kilómetros de playa.
Para 1967 los hermanos llegaron a tener muchas dificultades entre ellos, primordialmente era debido a que Ervil quería ser el “Fuerte y Poderoso”, único líder, y guía espiritual. Ya en 1972 Joel LeBaron se impuso y exilió a su hermano quien regreso a los Estado Unidos a San Diego, California, donde fundo “La Iglesia del Cordero de Dios” En sus primeros actos fue condenar a muerte a su hermano Joel, “por sus pecados”, siendo el día 20 de agosto de 1972 cuando uno de los fieles seguidores de Ervil asesino a Joel, en Ensenada, Baja California.
Ervil fue capturado y apresado en México en 1974 por el asesinato de su hermano, pero un tecnicismo legal lo dejó en libertad. Inclusive intentó ejecutar al hermano más pequeño de los LeBaron, Verlan, a quien se le había quedado el liderazgo de la iglesia de Joel, en Los Molinos. Posteriormente fue detenido en Utah por ordenar otro homicidio, el del líder fundamentalista rival Rulon C. Allred.
En la noche siguiente a la navidad de ese mismo 1974 los ocupantes de dos vehículos un pick-up y un Fiat irrumpieron entre la construcciones del campamento “Los Molinos” lanzado bombas “molotov y disparando contra los sorprendidos residentes. El saldo fue la destrucción de los inmuebles, el fallecimiento de dos personas y 13 lesionados por arma de fuego.
De la misma manera, a Ervil le fue atribuida la autoría intelectual del asesinato del también líder fundamentalista mormón Bob Simmons. LeBaron también fue ligado a la muerte de su propia hija, Rebecca, por criticar públicamente al grupo.
Cuando en 1977 LeBaron ordenó el asesinato de su rival Rulon C. Allred, la decimotercera esposa de éste, Rena Chynoweth, así como otra mujer identificada como Ramona Marston, se encargaron del asesinato. Chynoweth posteriormente fue capturada y sentenciada por el homicidio de Allred, y en 1990 escribió un libro llamado “The Blood Covenant” (El pacto de sangre), acerca de sus experiencias dentro de la comunidad liderada por Ervil LeBaron, donde incluso confiesa el uso de técnicas mentales como el miedo, para controlar a sus seguidores.
En junio de 1979, LeBaron fue aprehendido por la policía mexicana y extraditado a Estados Unidos, donde fue sentenciado con cadena perpetua por ordenar la muerte de Rulon C. Allred, en la prisión estatal de Utah, pero murió de un infarto el 16 de agosto de 1981.
Coincidentemente su hermano Verlan (a quien había tratado de asesinar en Baja California), murió dos días después de que fuese descubierto el cadáver de Ervil en su celda.
Cuánta razón tenía mi compañero Alfonso de Anda López cuando me advirtió que habíamos conocido al mismo Satanás hace ya cerca de 50 años