Tipo de Cambio
Compra
Venta
25/11/2024
$19.75
$20.08

Reflexión sobre fiestas de la vendimia

Año con año la fiesta mejora

  
Nota publicada el 7 de agosto de 2014
por Rafael González Bartrina

A propósito de las fiestas anuales “de la Vendimia” en la muy rica zona vinícola de Guadalupe en Baja California, una serie de sentimientos mixtos me invaden. Por una parte y en aspecto sumamente positivo reconozco el esfuerzo titánico de muchas personas, tanto bajacalifornianas de pura cepa, de nacimiento, crecimiento, desarrollo y amor al terruño, como “hijos adoptados” algunos ya adaptados a nuestra manera de ser, algunos otros renuentes al cambio y queriendo hacer persistir sus costumbres otro-lugareñas.

Como resultado de este extraordinario compromiso ya no solo tenemos “un valle” en la Ruta del Vino, ya tenemos “tres” rutas. cinco o más valles, todos en medio del clima mediterráneo y produciendo magnifico vino y pingüicas ganancias, bien merecidas.

En muchas partes del mundo, según me cuentan, hay las fiestas de la vendimia. Celebración de la cosecha anual. Es la fiesta que da cierre al ciclo de “siembra o poda, cuidados, riegos, plegarias por buen clima, y finalmente la cosecha”.

Llega la hora de contabilizar en kilos y mosto el fruto de horas y días de sudor y constancia de parte de manos callosas, de nuestra gente que no toma vino de “etiqueta”, gente de rostro moreno surcado de arrugas de sacrificio y penurias. Decía, que según me cuentan las fiestas de la vendimia en un principio fueron para agradecer y recompensar esas largas jornadas de trabajo por esa gente, netamente nativa de la región. Quienes carecían de título de patrones pero que recibían título de agradecimiento de parte de los patrones.

Año con año la fiesta mejora. Dicho con satisfacción por algunos empresarios que se frotan las manos al ver con alegría, la reservación de boletos, con mucho tiempo por adelantado, de los eventos organizados para celebrar “las fiestas de la Vendimia” . No tengo opinión sobre la “calidad” de los eventos artísticos.

No se me da gastar parte de mi modesta pensión en atender funciones que por el mismo costo veo que están destinadas a un grupo, selecto y privilegiado de gran poder adquisitivo. Bien por quienes hacen el negocio de ofrecer, bien para aquellos que pueden asistir y con sus dólares hacer que estas “fiestas de la vendimia” ya sean un ejemplo y envidia en muchas otras zonas vitivinicultoras.

Pregonamos a quien nos quiera oír que nuestros vinos son los mejores del mundo. Y los precios de estos vinos atestiguan esta creencia. Los hay de medallas y honores, de altas distinciones y jurados y perjurados catadores y sommeliers que avalan lo mismo.

Sería interesante pensar que en cada boleto de entrada a los eventos en estas “Fiestas de la Vendimia” un peso fuera donado para establecer un centro de apoyo social para los trabajadores del surco vinícola, quienes después de todo, no son enólogos, son MAS que eso. Son padre y madre, hijos e hijas, hermanos y hermanas, son, en una palabra “NOSOTROS”. Pueblo de piel oscura, curtida por el sol mediterráneo, muchos, que sin esperar agradecimiento hacen gozar a algunos afortunados. Amable lector te invito a reflexionar.

Rafael González Bartrina. Rafael González y Bartrina. Miembro del Seminario de Historia de Baja California y del Consejo de Administración del Museo de Historia de Ensenada A. C. rafaelgonzalezbartrina@gmail.com
 
 

Regresar  Imprimir Enviar por email

Derechos Reservados 2024. Queda prohibida la reproducción total o parcial de la nota sin la autorización previa y por escrito de Ensenada Net.

 
|
| Ensenada.net es presentado por : TDM