Se llama Xiaomi y es la compañía tecnológica más joven y de más valor. Su línea de teléfonos celulares y accesorios entrará en competencia directa con Samsung y Apple por lo que se espera que pronto deje atrás a empresas como LG, Motorola y Sony. De consolidar su avance, podría convertirse en un ícono del proceso Chino que busca pasar desde hace años, pasar de la manufactura al valor agregado de las marcas posicionadas.

Tan sólo en el tercer trimestre del año pasado, su venta de teléfonos inteligentes superó los 17 millones de unidades, lo que representa poco menos de la mitad de los iphons que logró colocar Apple durante el mismo periodo. Al cierre del año su participación en el mercado alcanzó el 5 por ciento, lo que representó un crecimiento del más del doble respecto al año pasado.

Su estrategia de avance incluye el hecho de que Xiaomi se concentró en países donde el incremento en penetración de dispositivos se mantiene en asenso: Indonesia, Rusia, Tailandia, Turquía, México y por supuesto, China.

Para presentarse ha utilizado el teléfono inteligente Mi4, que ya es conocido como el iPhone Killer, por su parecido con el modelo de Apple.

Ofertar un teléfono de bajo costo es solo parte del modelo de negocio, pues la mayoría de sus ganancias se deben a la venta de aplicaciones y accesorios, como un botón adicional que se inserta en el conector de audífonos y puede configurarse para realizar funciones específicas.