En paipai, “frijol” se dice /m[e]rik/. Es una de las palabras más raras que hay en la lengua, ya que usualmente no hay palabras que inicien con [m] y que después le siga otra consonante (en este caso [r]). Para que esto suceda, la palabra debe ser un verbo y estar en una oración. En las lenguas yumanas, la [m] tiende a marcar la segunda persona singular, y solo se afija, es decir, se adhiere, a los verbos.
En la columna anterior había señalado porqué la Dra. Joel Judith, una lingüista norteamericana que investigó el paipai a finales del siglo pasado, probaba que la palabra “frijol” provenía de otra lengua.
De acuerdo a la Dra. Joel, la respuesta sería que los yumanos, y no solo los paipai, habrían de tomar la palabra [merík] de los hopis, quienes dicen [móri] para referirse al frijol.
Los hopis son un grupo indígena ancestral que habitó la meseta central de Estados Unidos. Actualmente tienen designada una reserva al norte de Arizona. Su lengua forma parte de la gran familia uto-azteca. A esa familia lingüística pertenecen lenguas como el náhuatl, el yaqui o el tarahumara.
Una de las conclusiones a las cuales llega la Dra. Joel es que probablemente no solo la palabra [merik] sino la agricultura del frijol habría sido transmitida a la gran mayoría de los yumanos. Y es que no solo el paipai tiene parecido con la palabra en hopi; en cucapá, yuma y maricopa para decir “frijol” se dice [merik], en donde la [e] apenas y se pronuncia. En ko’al la única diferencia es que la [ i ] es más larga; en yavapai, se agrega una [a] al final, lo que resulta [meri:ka].
En kumiai, esa [e] pasa a ser [a]: [marík]. Hay casos en donde se pronuncia con una glotal en medio: [mar?ik]. Una forma un poco distinta es la del havasupai, la cual se pronuncia [madíga], pero incluso tiene una estructura parecida a las anteriores.
La forma más rara proviene del kiliwa: [xpe:p]. Se sabe que el kiliwa es la lengua con mayores diferencias dentro de la familia yumana –tiene su propio subgrupo en la filiación lingüística. Esta palabra podría ser una clave de su relación histórica con todo el grupo yumano.
Las lenguas nos pueden dar pistas del pasado de culturas en el mundo. Esta visión adquiere mayor valor cuando la lengua es de los pocos “artefactos” que persisten hasta nuestros días.
*El signo para la oclusiva glotal ha sido sustituido por el signo de interrogación en las expresiones dentro de corchetes o diagonales. Esto para garantizar compatibilidad.
**Imagen de cabecera "A Hopi Indian" tomada del Smithsonian Institution Research Information System (SIRIS): http://www.siris.si.edu/