La vida moderna ha provocado cambios de comportamiento en el consumo de alimentos, esto lo ha aprovechado la industria alimentaria para ofrecer soluciones innovadoras, que permiten a los consumidores tomar comidas que sólo necesitan ser calentadas. En este sentido, la legislación responsabiliza a las empresas de la seguridad de los procesos de calentado de comidas preparadas y exige que proporcione en las etiquetas las correspondientes instrucciones para un uso seguro y apropiado de estos alimentos envasados. En la actualidad, existe poca literatura científica sobre el impacto de las distintas formas de recalentar los alimentos y los resultados de la exposición de los consumidores a las sustancias que están presentes en los materiales de los envases. Sin embargo, un estudio desarrollado por la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, Medio Ambiente y Salud Ocupacional (ANSES) con sede en Francia, advierte sobre el riesgo de recalentar alimentos preparados en los mismos envases, ya que se puede producir una migración de sustancias químicas del recipiente a los alimentos.
A fin de limitar estos riesgos, la ANSES recomienda que los consumidores sigan cuidadosamente las indicaciones e instrucciones del fabricante sobre los métodos para calentar la comida preparada. Es necesario respetar los tiempos de cocción y la temperatura proporcionada por el fabricante, y por supuesto, evitar recalentar la comida en el mismo envase por el riesgo arriba mencionado.