El Spring break es una tradición que comenzó siendo académica y que se celebra en muchas partes del mundo y en algunas, incluido nuestro país, coincide con las fechas donde se conmemora la muerte y resurrección de Jesucristo, mismas que las personas aprovechan para descansar y vacacionar cuando la economía y el empleo lo permiten, así como para cumplir con lo que sus creencias religiosas les piden. Cuando se trata de vacacionar, es generalizado el incremento en el consumo de alcohol y actividad sexual.
Uno de los destinos más populares históricamente para vivir esta festividad es Fort Lauderdale, Florida, que desde los años 50’s del Siglo XX atrae aproximadamente entre unos 20 mil estudiantes-turistas hasta unos 350 mil en sus mejores años. Para nosotros que vivimos en México y especialmente en Baja California, están más cerca lugares como Puerto Peñasco, San Felipe, Rosarito entre otros destinos. Para los que vivimos en Ensenada y nos quedamos en ella también hay opciones.
En mi caso, decidí ponerme creativa de último momento y pasear por la calle primera donde, para mi sorpresa, la afluencia de personas de fuera fue mayor que en años anteriores, o al menos eso percibí (por cierto, gracias a los turistas por su visita). Fue algo así como pasar por la calle primera de mi adolescencia.
Entre otras cosas, vi un anuncio como el que aparece más arriba en la nota. Esta publicidad es muy común en los lugares turísticos donde viene población del otro lado de la Línea Fronteriza.
Si bien hemos hablado antes de la capacidad de la persona adulta mayor (o de cualquier edad con problemas de erección) de mantener una vida sexual muy sana, incluso con ayuda del Viagra y otras versiones comerciales del mismo ingrediente activo de este medicamento (citrato de sildenafil), hay que recordar algunos detalles.
Por ejemplo, la sexualidad es integrativa y lo que hacen este tipo de anuncios es seguir genitalizando la sexualidad y reforzando las ansiedades acerca de la erección que casualmente son aquellas que siguen impidiendo que la misma se dé de forma natural.
Con esto no digo que sea bueno o malo tomar la famosa pastilla azul. Sin embargo, algo de lo que no hacemos, sobre todo con medicamentos de venta libre, es leer las instrucciones y recomendaciones del fabricante.
En el caso del Viagra, se recomienda entre otras cosas: estar sexualmente estimulado para tomarlo, pues la erección no se logra solo con el medicamento; tomarla una hora antes de la actividad sexual; si la erección permanece después de tener actividad sexual o no se baja en 4 horas, consulte a su médico (es bien importante porque si no el pene puede, literalmente, morir); y no se debe tomar más de una dosis al día.
Si esta es de 25, 50 o 100 mg dependerá de la decisión de su médico/a, quien se basará en varios datos como los medicamentos que el usuario ya toma, cualquier afección médica que presente, el grado de firmeza de la erección en su estado no medicado (que rara vez se pierde por completo), su edad, etc.
Se recomienda no darse por vencidos si a la primera dosis no se dan los efectos deseados por el usuario, ser pacientes y no renunciar a las posibilidades de tratamiento dentro y fuera de las medicamentosas. Los/as profesionales de la Sexología somos partidarios de un tratamiento integral que puede o no incluir el medicamento (y esto es así aunque el sexólogo sea médico), pero no lo centra en el poder de la pastilla.
Durante el Spring break también es común que este medicamento se adquiera de forma libre y sin asesoría por hombres de todas las edades en busca de un mejor desempeño sexual. Cabe mencionar que si el hombre en cuestión no tiene problemas de erección, el medicamento no va a hacer un efecto de prolongación de la actividad sexual ni lo va a convertir en un mejor amante o en un semental como luego se cree. Los mejores amantes, tanto ocasionales por el Spring break como los estables en el noviazgo, matrimonio, amasiato y demás, son aquellos que escuchan y atienden a lo que la pareja necesita para sentirse satisfecha sexualmente y se prestan para una mutua aceptación y adaptación al otro.