En algunas ocasiones al estar siguiendo la pista de algún tema de historia relacionado con nuestra ciudad me he encontrado con información no documentada, que menciona que Lev Davídovich Bronstein, más conocido como Lev Trotsky o, en español, como León Trotsky, fue un político y revolucionario ruso, vivió “por espacio de varios meses” en Ensenada, Baja California, en los principios de 1930s.
Al comenzar a estudiar las posibilidades de que esta información tuviera valides, me encontré con las opiniones de varias personas que usando la herencia oral mencionan, con gran grado de seguridad de la presencia de Trotsky aquí que ayudan a darle fuerza a esta teoría.
No es mi intención la de crear una controversia, principalmente, por que reconozco, admiro y respeto a las personas que me han proporcionado información, datos, nombres y lugares que los están convencidos de la veracidad de la información que les ha llegado.
Sin embargo he podido reconstruir la presencia de Trotsky en México con absoluta seguridad basando mis deducciones primordialmente en sus propias palabras, escritos, ensayos, y publicaciones, (113 que obtuve) que fueron publicadas en el periodo de enero de 1937 a agosto de 1940.
Trotsky viaja, con destino a México, por primera vez y ya para no volver a salir de este país a bordo del buque petrolero noruego “Ruth”. Zarpando de Oslo, Noruega el día 28 de diciembre de 1936. Después de 12 días de travesía, arribó al puerto de Tampico, Tamaulipas, México el día 9 de enero de 1937.
Venían, él y su esposa Natalia Sedova. Bajo el constante cuidado y “vigilancia” del oficial de policía noruego Jonas Lie, quien había servido en la Liga de Naciones.
Las comidas formales con el capitán del buque estaban compuestas tan solo por ellos cuatro. No había ningún otro pasajero en el “Ruth” La calidad de viajero de Trotsky y su esposa era de “prisioneros” sin derecho a usar el radio transmisor. Los pasaportes de la pareja y la pistola de Trotsky, eran mantenidos bajo llave en la cabina del capitán.
Arriban al puerto de Tampico, Tamaulipas, México en la mañana del 9 de enero de 1937. Una lancha motor que llevaba a bordo a miembros de la prensa, representantes de las autoridades federales en Tampico, Frida Kahlo, esposa de Diego Rivera, quien estaba hospitalizado en la ciudad de México y a quien se debía en mayor parte que el presidente Lázaro Cárdenas hubiera otorgado el asilo político a Trotsky a mediados de 1936; también en la embarcación venían Max Shachtman (periodista y escritor Marxista) y George Novack, secretario del Comité Americano para la defensa de León Trotsky .
A la 10 de la noche de ese mismo día 9, todos ellos, se trasladan a la Ciudad de México, a bordo del tren presidencial, bajo las órdenes del General Mujica . En la estación de Lechería, en lo que eran las afueras de la Ciudad de México Diego Rivera, recién salido del hospital los recibe formalmente con un abrazo. Era la mañana del día 11 de enero de 1937. Al medio día llegaban a la “Casa Azul” de Diego y Frida en Coyoacán, donde se hospedaron los esposos Trotsky por espacio de varios meses, hasta principios de 1939, cuando tuvo desavenencias con Diego y se mudaron a la casa de la calle de Viena, ahí mismo en Coyoacán.
Durante su estancia en la capital de México, incesantemente fue motivo de asedio de la prensa. La Central de Trabajadores de México (CTM) lo declaro enemigo del país e “indeseable” y constantemente publicaba acusaciones de sus “actividades subversivas” El Lic. Vicente Lombardo Toledano, su acérrimo enemigo político no lo perdía de vista. La organización rusa llamada “Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos” (NKVD) —la policía secreta soviética que tenía entre sus propósitos el de cumplir la pena de muerte dictada “in absentia” lo vigilaba en la misma forma.
Sufrio varios atentados contra su persona, los más relevantes fueron: el 24 de mayo de 1940, perpetrado por una veintena de individuos disfrazados de soldados y policías comandados por David Alfaro Siqueiros que resulto en un fallido intento de asesinato y, el brutal ataque a traición de parte de Jaime Ramón Mercader del Rio el 20 de agosto de ese mismo año de 1940.
Como se aprecia al reconocer la importancia internacional que tenía León Trotsky es imposible considerar que hubiera podido residir “unos meses” en cualquier lugar del mundo sin que se pudiera dar a conocer públicamente.
En una de las hemerotecas que recurrí para ubicar a Trotsky fuera de Coyoacán, encontré este único dato: “El 5 de septiembre de 1939 regresa a Coyoacán después de haber visitad Taxco, Guerrero”
Mi conclusión final: León Trotsky nunca visito Baja California.