Quien no conoce su pasado, no aprecia su presente y no piensa en su futuro. Recorrer el Centro Histórico Turístico y Cultural de Ensenada nos permite conocer lo que fue la playa municipal y que irremediablemente se perdió.
Tenemos una hermosa playa municipal, el malecón que todos los ensenadenses disfrutamos con familia y amigos gracias al mantenimiento de limpieza diaria que le dan los jóvenes de la Zona Marítima Terrestre, que calladamente hacen su labor. ¿Qué pasara el día que no vayan a trabajar y recoger la basura de playas y banquetas? La playa acabaría como basurero en 24 horas.
Con tristeza se observa diariamente la cantidad de basura que se genera por falta de educación y de cultura, ya que las personas llegan con lo que van a consumir: bebidas, comida de toda clase debidamente empaquetado para poder transportarla hasta la orilla o a las palapas.
Termina el día, se retiran a sus casas y las bolsas, cajas, cascaras, vasos y platos desechables, envases de soda, cerveza, vino, licor, cajetillas de cigarros, cartones, papeles, pañales, botellas rotas y demás, quedan regados por la playa causando un pésimo aspecto.
Yo quiero recomendar que en las bolsas con las cuales llegaron las llenen de su basura y las depositen debidamente cerradas en los botes o las lleven a sus casas para deposito en la basura.
Se los agradecerán los elementos que eficientemente mantienen limpias las playa, el personal de limpieza de Zona Marítima Terrestre que gracias a esto podrán hacer su trabajo más efectivo.
Todos los días estos eficientes trabajadores recorren la playa recogiendo todo lo que la gente arroja; no es posible que sean tan sucios los usuarios de la playa, como si no fueran a regresar a disfrutar, la naturaleza no limpia por si sola nuestra suciedad.
Críticas hay muchas pero la solución está en la educación y responsabilidad de los usuarios para tener nuestras playas limpias, no en la cantidad de personas que se destinen a su mantenimiento.