A propósito de los comentarios del presidente municipal de Playas de Rosarito, Baja California, cuando visitaba su tierra natal, Ensenada, hace unos días, que, al referirse al controversial problema de los límites territoriales entre los dos municipios ya mencionados, concreto su posición con el estribillo, “Los Ensenadenses que están manejando este asunto son unos IGNORANTES”. Dice el directorio de palabras: “Ignorante es aquel que no está enterado de alguna noticia” me hizo reflexionar y caer en cuenta que mi “ignorancia” es muy amplia, y quizás más porque yo me empeño en no enterarme de muchas cosas. Sin embargo, cuando el asunto comprende, entre otras cosas, abusos, prepotencias, engaños, incompetencia y demás atributos, convierten este tema inevitablemente interesante y requiere “aprender”, Comparto con mis amables lectores algunos detalles importantes. Aclaro que no son nada nuevos. Todos son del dominio público.

El llamado, hoy, Playas de Rosarito, le viene el nombre de la españolización de “Rosarito Beach” en la zona costera del Rancho El Rosario, de la familia Machado. Esta familia fue una de tantas, desplazada de California al terminar la Guerra México-Americana 1846 a 1848 y quienes tenían esta vasta propiedad colindante con el Rancho de Tía Juana.

En 1887 se “oficializa” la Comisaria Municipal de Rosarito, dependiente de Ensenada de Todos los Santos.

En 1900 se convierte en subjefatura política del municipio de Ensenada.

En 1920 pasa a ser delegación política administrativa del Municipio de Ensenada, perteneciente al Territorio Federal de Baja California.

El 15 de octubre de 1925 se da la erección del Municipio de Tijuana, siendo su cabecera “Zaragoza” nombre efímero de la ciudad de Tijuana. Rosarito es parte de ese nuevo municipio Bajacaliforniano. (El límite de este municipio se establece en el área de El Descanso, en el paralelo 32 grados, 10 minutos norte) con una superficie de 1.392.45 kilómetros cuadrados, según dejan asentado los historiadores Adalberto Walter Meade en “Historia de Tecate” y el Sr. Celso Aguirre Bernal en “Historia Compendizada de Tijuana”

En 1929 el presidente de México, Sr. Plutarco Elías Calles le “devolvió” el nombre a Tijuana

El 29 de junio de 1995 se crea el quinto municipio de Baja California llamado “Playas de Rosarito” con una superficie de 513.42 kilómetros cuadrados. Hay que hacer notar que este municipio se crea estrictamente con territorio del existente municipio de Tijuana.

Es la legislatura de 1995 la que crea el conflicto de los límites territoriales. En lugar de usar las coordenadas de latitud denominaron el límite entre Rosarito y Ensenada como “Rio San Miguel” y como los Rosaritenses no encontraron otro rio más que el Arroyo de la Misión decidieron que “ese debe de ser el “Rio San Miguel” y con esa mentalidad reclaman suyo el territorio. Invadiendo 168.331 Kilómetros cuadrados de territorio que comprende zonas turísticas, poblados y pozos de agua de gran valor actual y con un potencial económico incalculable.

Con esta nueva fórmula tenemos el siguiente resultado: Tijuana 1,239.49 Kmts. y Rosarito 513.32 Kmts. para un total de 1, 752.81 Kmts. o sea 168.331 kilómetros cuadrados más de lo que Tijuana tenía antes de la creación del Municipio de Rosarito.

Las verdaderas razones de este conflicto están cimentadas profundamente en la avaricia, el abuso del poder, la ambición y la corrupción de algunos funcionarios de gobierno. Los “autores intelectuales” se esconden atrás de caras públicas, sin embargo su desmedido apetito de riqueza y control los delatan y los hacen visibles y notorios. Ellos saben que son malos Bajacalifornianos y que su amor desmedido por llenar sus amplios bolsillos no tiene fin. Ensenada va a despertar, y va a defender lo suyo. Estoy seguro de ello.

Agradezco la colaboración al presente artículo de parte del emérito historiado don José Armando Estrada Ramírez, miembro del Seminario de Historia de Baja California y miembro del Grupo Interdisciplinario de Trabajo por la defensa del territorio de Ensenada.