Uno de mis contactos en redes sociales, la Sra. Minerva Thomas, quien, me dice fue prima de la escritora y poetiza Ensenadense Ana Lagos Graciano de Andrews.
Ana Lagos nació el día 4 de noviembre de 1937, en Ensenada, Baja California, y falleció el día 3 de agosto de 2015, en Aliso Viejo, California, USA. En este año estaba por cumplir 78 años, debido a una dolorosa enfermedad de cáncer de hígado y páncreas.
Ana Lagos fue reconocida en 1962 cuando se publicó su libro de poesías: “Cantos de Luz y Sombra”
Muy orgullosa de sus raíces porteñas, bajacalifornianas y mexicanas, Ana, llevo en alto el nombre de patria chica: Ensenada.
Quiero agradecer a la Sra. Minerva “Minnie” Thomas su aportación que me permite hacer, por medio de esta reseña un modesto y humilde tributo para Ana Lagos. Tengo la esperanza y la seguridad que esto solo será el pequeño esfuerzo que se requiere para poner en movimiento y se logre en un futuro muy cercano un homenaje en la forma y dimensión que esta poetiza Ensenadense se merece.
La Sra. Thomas nos ha hecho llegar un poema, que a nuestro saber y entender es inédito, dedicado a Ensenada. Con mucho gusto y satisfacción lo comparto con mis amables lectores, y estoy seguro, ellos y ellas lo compartirán debidamente para logar difundirlo.
AMIGO, VEN A MI PUEBLO
(Ensenada de mi vida)
No importa de dónde vienes,
No importa de dónde vengo,
Quiero invitarte a un paseo,
Quiero invitarte a mi pueblo.
Mi pueblo es un caserío
Como anidar de palomas
Sobre el monte esclarecido
Y los que vivían abajo
Sobre el terreno alisado
Se mojaban con las olas
Del mar que los circundaba
Y todos respiraban sal
Que la brisa le brindaba.
Los que del mar arrancaban
Los frutos con sus manos recias
Se mecían en las pangas
Llenas de atún y “viejas”
Y arrancaban las langostas
De sus refugios acuáticos
Y buceaban en las rocas
Para arrancar univalvos
Los llamados Abulones,
Los que tenaces se adhieren
a sus viviendas rocosas
y pueden encarcelarte
en profunda acuosa ….
Mas allá estaban aquellos
Que comerciaban turismo,
Y los que vendían ropa,
Diversiones y otras cosas,
Incluyendo las bodegas
Donde se fabrica el vino ….
Ese era mi pueblo entonces
Mas bien pequeño y tranquilo
Pero no lo reconozco
Al principio, está extendido.
Desparramado en las lomas
con el viejo caserío
que a los cerros se prendía
Como anidar de palomas
y que se ve todavía
desde el camino serpeante
principalmente en el “Quequi”
y en esas casa flamantes
subidas en lo más alto
del cerro, muy elegantes;
Le llaman Chapultepec,
Donde habitan los que tienen
prebendas de todas clases-.
Más tarde en los aledaños
Lugares, antes linderos
Delos aguajes, cañadas
Y uno que otro cementerio,
brotaron colonias nuevas
con sus familias ubérrimas
donde en casitas pequeñas
y algunas algo paupérrimas
se mecían nuevos sueños
en los brazos de las madres
que abrazaban sus retoños
cifrando en ellos sus altas
esperanzas de ventura:
“Cuando este niño sea grande
Terminará mi pobreza;
El me cubrirá de gozo
Cuando curse una carrera
Y glorifique mis canas
Con amor y con largueza! …”
Allí, hace unos años,
Nací, crecí, tuve amores
Y tengo hermanos y amigos
De los tiempos anteriores
Allí escribi mis primeros
Poemas de Luz y Sombra
Versos de dolor y pena,
Versos de dura zozobra
Coloreados por deseos
De amar y ser amada en contra
De las mareas de la vida
De las rocas traicioneras
Bajo el agua sumergidas
Y asi, quice mucho y quiero
A ese pueblo añorado
Y al final te lo revelo:
Ese pueblo al que invito
Se llama Ensenada, aquella,
La Cenicienta magnifica
Que luciendo sus harapos
Sale a presumir sus joyas
Y a las orillas del mar
Se sienta a mirare las olas
Ir y venir como encajes
que despedaza la brisa
Mientras que las besa el sol
Y bebe la sal marina