Para comprender el presente, hay que conocer y aceptar el pasado. Quien no mira atrás difícilmente aceptara el presente y no podrá construir el futuro
El 28 de septiembre de 1821, un día después de que Agustín de Iturbide entrara triunfalmente a la ciudad de México, se proclamó oficialmente la independencia.
Iturbide es el creador del Ministerio de Guerra y Marina, designando a Antonio de Medina Miranda como el primer Ministro de Estado del Despacho de Guerra y Marina. Además, el Almirante Generalísimo ordenó la formación de un batallón de Infantería de Marina. Así lo publicó Mundo Ilustrado en 1897.
¨Siendo Presidente de México el General Porfirio Díaz mucho se interesó en formar un ejército y una marina fuerte, disciplinada, le dio fuerza a la Secretaria de Guerra y Marina para la formación de elementos disciplinados y cultos razón por la que ordeno como se sabe la construcción de la Escuela Naval de Veracruz en la cual cursarían todas la cátedras necesarias y las practicas se harán en el buque escuela Zaragoza todos los que aspiren a pertenecer a la marina mexicana, serán incontables los beneficios que producirá un plantel como este para México. El edificio de la escuela se terminó en 1896.
Narra el doctor Carlos Glass, médico de la marina mexicana en su diario (más de 100 páginas) el recorrido de 37,000 millas sobre los mares del oriente: ¨En el puerto de Guaymas varadero y astillero de la flota naval militar de México encontraban el transporte Oaxaca y el cañonero demócrata y avituallándose para iniciar su recorrido de 37,000 millas náuticas al Oriente la majestuosa corbeta Zaragoza.
¨Anteriormente, como judío errante de la marina mexicana. En su sangre de brea parece llevar ese instinto de navegar. Ha surcado su leve quilla el tumulto del atlántico reposándose mansamente en las risueñas bahías españolas, francesas e italianas ha navegado por las inmensas aguas de desde el mar de Bering hasta la tórridas aguas de la tierra de fuego¨.
¨El 23 de abril de 1896 a las 2 de la tarde se levantaron y trincaron anclas se aferró el aparejo y los winches con su estridente ruido izaron anclas, hasta que puesto a pique se mandó largar foqui y libre ya de sus amarras, empujado por el viento, el barco viro poniendo proa al Morro Inglés¨. Inicia su recorrido de 37,000 millas siendo el orgullo para México en todos los países de oriente ganándose el respeto y la admiración de todos los habitantes de los países visitados. El Presidente Díaz siempre atento al desarrollo de los marinos mexicanos recibió múltiples felicitaciones y acercamiento con todos los puertos de oriente.
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