Para comprender el presente, hay que conocer y aceptar el pasado. Quien no mira atrás difícilmente aceptara el presente y no podrá construir su futuro.
Ante el Congreso de la Unión en una brillante y emotiva ceremonia efectuada el 1 de diciembre de 1904, el general Porfirio Díaz rinde protesta por sexta vez como Presidente de la Republica. Momentos después del mismo Raúl Corral como vicepresidente de la República Mexicana.
Los aplausos y las manifestaciones de júbilo duraron varios minutos ya que los palcos y las galerías estaban pletóricos de personas invitadas para esta solemne ceremonia.
A los acordes del Himno Nacional... se retira el primer mandatario y su esposa rumbo al palacio nacional, donde recibe las felicitaciones del honorable Cuerpo Diplomático encabezado por el decano, Mr. Powell Layton. En representación de los gobernadores hablo el licenciado Emilio Pimentel, Gobernador de Oaxaca y continuaron los miembros del ejército, del poder judicial, funcionarios públicos, los miembros de la banca, la industria y el comercio así como numerosos personas.
Durante varios días continuaron los festejos para celebrar la exaltación al poder del general Porfirio Díaz; en la plaza de armas hubo manifestaciones populares, serenata, fuegos artificiales y desfile de carros alegóricos; doña Carmen Romero de Díaz ofreció en Palacio Nacional un fastuoso banquete y en los patios de la Escuela de Minería, el Presidente de la Republica Porfirio Díaz organizo una cena para agradecer las muestras de aprecio que fue objeto.
Por los barrios de la ciudad se efectuaron verbenas populares en las que hubo carreras de caballos, el palo encebado, obsequio de comidas para los asistentes, bailes públicos y grandes regalos para el pueblo.
El 4 de diciembre el ministro de Hacienda, don José Ives Limantour informó al Congreso de la Unión sobre el estado fiscal de 1903- 1904
Ingresos $ 86,473,800.00
Egresos $ 76,381,642.00
Excedente $ 10,092, 157.00