No se puede pensar en la industria ganadera de EEUU, una de las más importantes del mundo, sin que venga a la mente la figura de Temple Grandin, gran defensora del bienestar de los animales, sobre todo de aquellos explotados por la industria ganadera. Gracias a esta mujer, desde los 80´s se han reformado mataderos y ranchos a lo ancho y largo de los Estados Unidos en defensa de una vida y una muerte menos dolorosa; su contribución ha permitido que la explotación animal funcione según sus propias palabras de un modo "seguro, eficiente y rentable".
Uno de los legados más significativos de Temple Grandin es que a partir de 2004, la OIE (Oficina Internacional de Salud Animal), comenzó a promover el bienestar de los animales a partir de argumentos científicos, elaborando normas y directrices basadas en estos criterios y promoviendo la enseñanza a través de la capacitación y la difusión del manejo adecuado de los animales. Estas normas tienen en común el enfoque de evitar el sufrimiento de los animales durante su manipulación y de brindarles ambientes confortables, de modo que puedan gozar de lo que se ha llamado las cinco libertades:
Libres de hambre y sed.
Libres de malestar físico y térmico.
Libres de enfermedad y lesiones.
Libres para poder expresar un patrón de
comportamiento normal.
Libres de miedos y angustias.
Por la gran contribución a esta causa, en 2010, se estrenó una película biográfica de Grandin. Te invito ver la sinopsis de la película.