La reciente noticia de que el cabildo de Ensenada aprobó que el municipio sea la Capital del vino Mexicano me hizo recordar algunas recomendaciones estratégicas relacionada con el tema por parte del Dr. Antonio Montecinos, del Centro Empresarial Gastronómico Hotelero para que este sueño se convierta en realidad.

Según el Dr. Montecinos, los puntos indispensables para planificar, diseñar y gestionar un producto gastronómico y turístico son los siguientes:

• Inventario jerarquizado de recursos o atractivos gastronómicos según mercados potenciales.

• Definición del patrimonio en sus diversas expresiones material, inmaterial, paisajes, mixto. Lo más recomendable para su sostenibilidad es que tenga un itinerario cultural histórico.

• Seguridad alimentaria regional sostenible con excedentes de producción al menos a 15 años.

• Que los alimentos endémicos sean parte de la canasta básica de las comunidades receptoras.

• Infraestructura de consumo local: mercados, fondas, restaurantes, hoteles, procesadoras.

• La comunidad en su mayoría debe conocer los contras y pros del turismo que son mayores y tener la voluntad y hospitalidad para recibirlos.

• Profesionalización de los prestadores de servicios por medio de la capacitación y certificación

• Infraestructura turística:

Accesibilidad. Vías de acceso adecuadas, aeropuertos, centrales de autobuses, carreteras, senderos, señalética especializada con pictogramas gastronómicos

Comunicación e interpretación. Museos, centros interpretativos, experienciales y formativos, accesos a Wifi gratis y dispositivos móviles para ser un “destino inteligente”

Súper estructura con grupos de interés (clusters y stakeholders) con la gastronomía y turismo; y su comercialización con tour operadores, DMC, agencias de viajes especializadas etc.

• Plan de mercadotecnia con marcas y sub marcas gastronómicas y turísticas: locales, regionales, nacionales e internacionales.

• Planificación con un Plan integrado por programas y proyecto mínimo a 10 años.

• Y por como punto final, indicadores gastronómicos y turísticos para medir y controlar durante todo el proceso.

Como se puede observar con los puntos anteriores, quedan muchos pendientes y compromisos para las distintas organizaciones, sean públicas o privadas; definitivamente esta declaratoria es simplemente el inicio de un largo camino por recorrer.