Formado por dos rebanadas de pan con un relleno diverso, se considera el alimento más demandado a cualquier hora, ocasión o lugar del mundo. En México, puede estar hecho con bolillo, telera, o cemita, y un ejemplo muy particular es la torta ahogada del Estado de Jalisco.
El primer registro de este alimento apareció en Norteamérica en el siglo XVIII, una receta de sándwich con jamón en un libro de cocina de Elizabeth Leslie, desde aquel entonces son miles de recetas elaboradas bajo este nombre.
Existen muchas leyendas acerca del origen de este platillo, una de las más socorridas es la de el “Cuarto Conde de Sandwich”, John Montague, un jugador de casino del siglo XVIII que pasaba las horas enteras dedicado a los juegos de naipes, y para no distraer “la vista” acostumbraba solicitar a los cocineros del lugar tiras de ternera metidas entre dos piezas de pan tostado para poder comerlo mientras apostaba; desde entonces este deleite tan peculiar del Conde empezó a gustar a mucha gente.
Hubo dos acontecimientos que contribuyeron a la popularidad del sándwich, el invento de la primera máquina rebanadora de pan por Otto Frederick Rohwedder a principios del siglo pasado y en 1930, el nacimiento de Wonder Bread, la primera panificadora que comenzó a vender pan de molde en rebanadas.
Recientemente la marca mexicana Bimbo compró Wonder Bread, lo que le ha permitido convertirse en la panificadora número uno del mundo y por obvias razones en uno de los mejores promotores del sándwich.