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El día de las madres en México

En serio… hablemos de género

  
Nota publicada el 11 de mayo de 2016
por Rocío Linares

Ayer que estuve haciendo un recorrido por la ciudad debido a necesidades laborales, pude darme cuenta nuevamente de que el día de las madres es un día de caos y de simulacros que hacen que los candidatos políticos, las empresas, las estaciones de radio y otros organismos tengan detalles con las madres transeúntes, y el resto que aún tenemos la fortuna de estar cerca de la nuestra, podamos intensificar nuestros agradecimientos y amor hacia ellas y, desde luego, poner en pausa algunos temas de conflicto pendientes. Aclaro desde el inicio que no satanizo la celebración, yo también disfruté darle un regalo a mi madre.

Pero ¿de dónde salió el día de las madres y qué esconde?

El 10 de mayo de 1922 se hizo la primera festividad del día de las madres como estrategia del gobierno y la iglesia para consagrar otra vez el papel de la madre en la familia, dado que para entonces en México ya se estaba propagando la información de los métodos anticonceptivos y esto se tomó desde diferentes facciones tradicionales como una “perversión de las mujeres” y necesitaban algo de contra-ataque para que las mujeres no solo no “abandonaran” su rol, sino además reforzaran su sacralización ya venida desde la imagen de la madre-virgen instaurada desde la conquista.

Al igual que el día de la mujer, se aprovecha este día para dar atole con el dedo a las mujeres en el sentido de que a cambio de un día de celebración y, depende dónde trabajen, de descanso, aguantan una serie de atropellos que van desde las sutilezas y rudezas cotidianas del hogar hasta las del sistema.

Se viene mistificando un rol que socialmente desde luego es importante, pero lo hacemos desde un doble mensaje. La importancia de este trabajo (porque lo es aunque no conste en una nómina) es tanta y de verdad reflexionamos tan poco sobre el asunto, que esta conformidad con recibir un apapacho o una rosa se vale, sin embargo es una estrategia estructural donde este regalito tapa que:

-No hay condiciones suficientes del sistema de salud para que podamos tener una atención del embarazo como la que realmente se necesita. Es cierto que hay muchas cosas buenas en este sistema, puedo decir desde mi experiencia que personas en él hacen esfuerzos extraordinarios para dar lo mejor, pero no hay recurso que alcance.

-No hay guardería en México que iguale ni por poquito las oportunidades de desarrollo que da el cuidado familiar (sea cual sea su estructura, tradicional, monoparental, homoparental, etc.) durante los primeros años de vida.

-Cada vez son más los reforzadores para que las madres no amamanten a sus hijos durante un tiempo suficientemente razonable, ya que a vuelta de unas cuantas semanas después del parto o cesárea, ya están laborando y esto dificulta muchísimo continuar con el amamantamiento en caso de que la mujer decida a pesar de todo continuarlo. A eso hay que agregarle los miedos, mitos e ideas negativas que algunas personas tienen respecto al amamantamiento, especialmente si se hace en público.

-Las mujeres en general tenemos una doble jornada que sigue sin estar a la par con nuestros compañeros, si bien ha habido progresos importantes.

-Las mujeres seguimos siendo convocadas para ciertas labores o empresas bajo el argumento de que vamos a aceptar peores condiciones laborales con tal de mantener a nuestros hijos. Y lo hacemos.

-Hay lugares y circunstancias en los que siguen acusando de aborto inducido o asesinato a las mujeres que tienen abortos espontáneos.

-Hay madres que siguen luchando por encontrar a sus hijos desaparecidos, muertos o encerrados que no pueden conformarse con una flor y un abrazo.

He sido testigo de cómo muchas madres han hecho cosas verdaderamente heroicas por sus hijos: echar vueltas a las escuelas, hacer filas interminables para cualquier trámite, no caer inconscientes en pleno ataque diabético solo para no asustarlos, no dormir adecuadamente durante meses, correr a velocidades increíbles para impedir que se caigan, no morir cuando el diagnóstico médico dice que lo harán sin remedio, morir no sin antes dejar a alguien seguro a cargo, estirar el dinero asombrosamente, soportar trabajos y/o jornadas insoportables, etc. De verdad pensemos en eso antes de no llamar o no visitar en meses o hacerlo solo durante este día.

Está en la naturaleza humana procrear a nuestros hijos y protegerlos hasta el final. Algunas personas no lo hacen porque no saben cómo, o en algunos casos la violencia, la adicción o el descuido es el único modo de vida que conocen.

La reproductividad es uno de los pilares esenciales de la vivencia plena de la sexualidad humana. De ahí parten muchas ideas centrales de la civilización, y en el caso de las mujeres es un factor decisivo dado que en ello va nuestro cuerpo y salud cuando, deseado o no, planeado o no, adoptado o no, tenemos un ser a nuestro cargo y formación.

Rocío Linares. Licenciada en Psicología UABC. Maestra en Sexología Educativa, Sensibilización y Manejo de Grupos IMESEX. rociolj84@gmail.com
 
 

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