No. Para nada. No hay relación alguna entre los resultados sobre preferencias electorales que han publicado algunas casas encuestadoras que operan en la entidad con la realidad. Dijo el experto en el tema: "Es obvio que al igual que en otras partes del país, en Baja California se siguen vendiendo encuestas al gusto de quien las paga".

Con un doctorado en Mercadotecnia Electoral y decenas de campañas trabajadas dentro y fuera de México, Joaquín Robles Esequiel llegó a la entidad el pasado viernes 16 de mayo. Llegó al frente de 12 personas que durante 5 días trabajaron en todos los municipios de Baja California. Fueron contratados para levantar una encuesta "seria y profesional", dijo, cuyos resultados estarían concluidos el pasado lunes 23, pero no se van a publicar.

"No ocupas de mucho, luego de analizar las encuestas que se han levantado aquí, para darte cuenta que sus resultados no cumplen con una obligada metodología científica. No son válidas para medir o anticipar un posible resultado electoral. Se están yendo a la lógica para cerrar sus números", explico.

Uruguayo de nacimiento, pero con una residencia en México que va para 20 años, Robles Esequiel, comentó que es evidente que en Baja California impera la lucha de dos fuerzas políticas encabezadas por el PRI y el PAN. Que no habrá sorpresas. Que ambas fuerzas se repartirán triunfos en el estado. Que para eso no se ocupa de encuestas; basta sólo ver el manejo de sus estructuras y la disponibilidad de recursos.

Lo interesante del proceso, abundó, es el reacomodo de las otras opciones políticas. Eso es lo realmente interesante. Ni PAN ni PRI podrán gobernar en solitario. Otras fuerzas políticas representadas en el Congreso y en los cabildos, anticipó, serán quienes pongan las condicionen. De posibles resultados cerrados que arroje la próxima elección no se sorprendió. Cuando se anticipa una jornada escasa en votos, lo más seguro es un resultado estrecho entre quien gana y el que se ubica en segunda posición.

Los resultados del trabajo efectuado por Robles y su equipo se concentraron en la ciudad de México. Allá los contrataron, desde allá vinieron.

"Si me hubieran pedido una encuesta a modo, tendenciosa, con resultados favorables para el contratante, no hubiera viajado a Baja California. Allá se la generaríamos en un par de horas", concluyó