Desde hace algunos lustros, muchos de los restaurantes de la localidad, antes de servir nuestro desayuno, por lo general nos ofrecen entre otros entremeses, un caldito de chicharrón, esta receta para los amantes de la cocina, ya se considera parte de nuestro inventario gastronómico. El cocinero que trajo esta delicia, para fortuna de los ensenadenses fue Antonio Guillermo Gutiérrez Yépez (1930-2007) del restaurante Las Cazuelas De Kiki.

Antonio Gutiérrez incursionó en la cocina desde que tenía 17 años de edad, por medio de su padrastro “Juan” que trabajaba en el Hotel Lucerna en Mexicali, posteriormente regresó a su tierra natal, Ensenada, donde cocinó y aprendió mucho como ayudante en Velasco´s Café con un cocinero francés. En 1980, establecido ya como restaurantero en un local ubicado en la avenida Macheros, junto con su esposa, doña Chayito, y sus hijos, Guillermo, Mario, Enrique y Mónica, sirvieron por primera vez en el menú de desayunos, el caldito de chicharrón junto con la quesadilla como entremés sin costo alguno para los clientes; su pequeño negocio fue un éxito rotundo, sorprendiendo a los comensales por su calidad y servicio. A pesar del resultado inicial, el negocio no prosperó. Posteriormente fue socio en diversos lugares y en esta aventura pasó los siguientes 10 años, hasta 1990 que inauguró su restaurante en una esquina del Paseo Todos Santos que operó durante más de 17 años hasta su fallecimiento. Muchos de nosotros recordamos a Antonio Gutiérrez, no solo por la calidad de su cocina, sino por la amabilidad y calidez que siempre lo caracterizó.

Actualmente el restaurante Las Cazuelas De Kiki ubicado en Sangines 203-1, es operado por la familia de Antonio Gutiérrez, conservando esta herencia culinaria, y por supuesto su caldito de chicharrón Kiki.