Tradicionalmente las grandes compañías del mundo esperan al principio del último trimestre del año para presentar al mundo las novedades con que esperan competir por la derrama económica de navidad, pero después del estrepitoso accidente con el modelo Galaxy Note 7, toda la marca se encuentra comprometida.
En el escenario de la competencia por los dispositivos móviles esta sucediendo de todo: los nuevos modelos de alta gama que presentó Google, lo más reciente en la saga de los Iphones y hasta celulares onda retro de la marca Nokia, que aprovechan su posicionamiento de "ladrillos indestructibles" con su Nokia 216.
Una de las apuestas para esta temporada por parte del gigante de Korea del Sur, el Galaxy Note 7, no solo fue retirado del mercado sino que su producción se detuvo por completo apenas dos meses después de su lanzamiento, dado que no ha podido resolver los problemas de seguridad del dispositivo.
En septiembre se anunció la retirada de 2 millones 600 mil teléfonos cuyo costo oscilaba alrededor de los 900 dólares.
Mientras el asunto se resuelve, el fabricante y los distribuidores acordaron parar la oferta del teléfono comprometido y en caso de las ventas concretadas, sustituirlo por otros productos o bien llegar hasta el reembolso.
Las imágenes del teléfono carbonizado que circula por Internet coloca un serio problema para los futuros proyectos de Samsung: recuperar la confianza de los consumidores mientras los competidores avanzan en la conquista del mercado.