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Machismo musical moderno

En serio… hablemos de sexualidad…

  
Nota publicada el 14 de diciembre de 2016
por Rocío Linares

Con frecuencia encuentro en diferentes conversaciones, debates con alumnos, reflexiones suyas y de otras personas en donde escucho o leo que “hoy en día hemos superado el machismo y la misoginia, pues estamos en pleno siglo XXI”. Palabras más, palabras menos.

Sin embargo, hace unos días por la mañana encontré una aportación musical de Maluma llamada “Cuatro babys” y lo siguiente que pensé fue: ¿Es en serio que creamos que cuestionar el patriarcado, el machismo o los actos de violencia sexual y de género no es necesario cuando un tema musical que ensalza todas estas cosas está siendo un éxito entre la juventud?

A partir del lanzamiento de este tema, se han discutido diferentes cosas incluyendo su permanencia en la radio abierta de tan aberrante que puede resultar a la percepción de ciertas personas por las palabras, actos y hechos sociales que describe explícita o implícitamente.

Entre las cosas que generan dinero en un sistema económico que está convenientemente casado con la visión limitadora y reproductiva de la sexualidad, están justamente el morbo y la controversia alrededor de lo prohibido que a la vez aparentemente “es demostración de hombría y feminidad”, y es justo lo que está pasando con este tema musical, se aprovechan los dobles mensajes para filtrar y reforzar que lo que ahí aparece es moderno, deseable y correcto, cuando eso no es así.

Triste es que pensemos que el machismo ha pasado de moda porque tenemos en nuestra cabeza una imagen del macho de antaño, con sombrero charro, a caballo, que cantaba una música y vivía en una época distintas.

La cuestión es que aunque ha cambiado de ritmo y forma, la música sigue siendo parte de lo que refuerza y contribuye a la permanencia del machismo y la misoginia de maneras en las que me da por pensar que ni los mismos artistas se dan cuenta porque están metidos en el mismo estanque y es difícil darnos cuenta que estamos sumergidos, o en su defecto ceden para ganar dinero que necesitan igual que todas las personas que vivimos en países capitalistas.

El cantante que interpreta este tema musical ha sido entrevistado en cuanto al impacto que ha causado con su producto y lo que ha dicho es que tenemos que hacer lo que nos hace felices y ya. La cuestión es que en general no hemos entendido que el respeto es no pasar por encima de los derechos de las otras personas con tal de lograr nuestros objetivos, y esto se traduce a muchos ámbitos. Entonces ¿por qué no habría de hacerse evidente en este tema?

¿Por qué es relevante? ¿Por qué las “feminazis” insisten en hablar sobre esto y por qué específicamente de esta canción? Podemos analizar la letra en busca de muy buenas razones, como por ejemplo: “Ninguna me pone pero” (se supone que las mujeres deben estar disponibles para lo que quiera el hombre), “dos son casadas, una es soltera” (las mujeres no tienen nombre, son en función de su estado civil), “todas quieren chingarme encima de billetes de cien” (el hombre es deseado por su dinero y su potencia sexual), “ya no se ni con cual quedarme y es que todas maman bien, todas me lo hacen bien” (el potencial valor de estas mujeres es lo bien o mal que ‘cogen’, no sus sentimientos, valores, características personales y demás), y así podríamos seguir con cada parte de la canción.

La idea es que antes de bailar alegremente esta música en nuestras posadas, tengamos en cuenta qué mensajes absorbemos e implicamos acuerdo al reproducir la letra sin realmente escucharla.

Rocío Linares. Licenciada en Psicología UABC. Maestra en Sexología Educativa, Sensibilización y Manejo de Grupos IMESEX. rociolj84@gmail.com
 
 

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