La semana pasada relataba mis consideraciones sobre los hermanos Gaskill de Campo, California, especialmente sobre Luman, y su posible relación y participación en la desaparición y asesinato del noruego Jacob B. Hanson, quien era el propietario del Rancho Laguna, en la hoy llamada Sierra de Juárez y quien le heredo el nombre a la Laguna de Hanson.
En el trascurso de esta semana he tenido acceso a nueva información, nueva para mí, que tiene que ver con Luman. Yo aún debato, conmigo mismo, sobre que etiqueta final pondría yo para calificar la calidad moral y legal de este hombre.
Hay hecho innegables sobre ciertos actos ilegales que se le atribuyen a ambos hermanos Gaskill, incluyendo asesinato y el robo de caballos y ganado en tierras bajacalifornianas en los años alrededor de los 1880s. Actos que nunca fueron perseguidos ni consignados penalmente. De hecho fue sorprendido y arrestado en la propiedad del señor Hanson el 4 agosto de 1885, un mes y días después de la desaparición del mismo. Estaban, Luman, y unos 10 americanos, en esos
momentos herrando ganado que no tenía marca con la suya propia y alterando la marca de herrar en el ganado de Hanson. Como dato curioso el ganado de Hanson tenía una marca con la letra “H”, las dos personas arrestadas (Luman y James Ward) coincidentemente sus fierros de herrar eran similares y en forma de “H”, el nuevo fierro que usaban era de la misma forma, solo que variaba en tamaño, permitiéndoles sobre marcar el ganado en un intento de disimular y ocultar la original de Hanson. La mayoría de los cuatreros lograron escapar entre los pinos, Solamente Gaskill y Ward fueron detenidos.
Una vez arrestado Luman fue llevado a la cárcel en Ensenada donde se inició el lento, lentísimo, juicio en contra de Gaskill y Ward, por asesinato, robo de ganado y allanamiento de casa.
Casi un año había transcurrido cuando el 26 de agosto de 1886 que el Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica envió una carta a la Secretaria de Relaciones Exteriores del gobierno mexicano donde expresaba su preocupación por la inactividad del juicio y a la vez aportaba datos sobre la personalidad social de ambos americanos. Luman, decía la carta, había sido administrador de correos, miembro del concejo escolar y Juez de Paz; todos estos cargos públicos en Campo, California por un período, combinado, de 10 años. Por lo que refiere a Ward, tenía reputación de ciudadano tranquilo. La carta hacía hincapié de acciones que violaban los derechos de los detenidos.
Las comunicaciones entre las dos dependencias e incluso la intervención del presidente de la Republica de México, que intervino para motivar la pronta resolución del complicado juicio siguieron, constantemente, hasta el mes de diciembre de ese mismo 1886.
A propósito de la resolución final del juicio: el periódico “La Voz de la Frontera” con fecha 15 de diciembre de 1886 presenta los detalles del juicio contra Ward y Gaskill indicando que el resultado fue que se encontraron no culpables de asesinato pero si culpables de robo de ganado y allanamiento de casa. Sentenciados a cuatro años y veintitrés días de cárcel.
James Ward murió en la cárcel el 16 de diciembre de ese mismo 1886.
La sentencia indicaba que tendría que ser cumplida en la cabecera del territorio, siendo esta, en la población de La Paz. Sin embargo por la falta de fondos económicos para hacer el traslado del reo sobreviviente (Gaskill) y considerando los costos de mantenimiento, el juez tomo a bien conmutar la sentencia a libertad condicional a que el reo se presentara cada tercer día a firmar al juzgado.
El Sr. Gaskill permaneció en Ensenada, estableció una carnicería y cumplió con la sentencia impuesta. Al término de la misma, se trasladó a Campo, California, para no volver jamás a pisar suelo mexicano.
Por lo que he encontrado sobre Luman, continuo prosperando en sus negocios y solidificando su imagen de distinguido, honesto y humanitario ciudadano.
Este hombre es una demostración de una ambivalencia de caracteres y de comportamientos entre legal e ilegal.
Quedo para ser juzgado por la historia y el veredicto hasta la fecha es el de fue un pionero de carácter ejemplar y recompensado con el honor de ser recordado como héroe.