Se trata de un televisor que no parece televisor, sino una obra de arte.
Los productores de televisores hasta el momento se han preocupado por hacer dispositivos cada vez más delgados, de mejor resolución, más brillo y nitidez, todo para que al estar encendidos aporten una experiencia lo más placentera posible.
La innovación que presenta Samsung tiene que ver con un cambio en la pregunta. ¿Cómo debe verse el televisor apagado?
Actualmente las pantallas se convierten en rectángulos negros, que las delata de inmediato como lo que son. Samsung planteó como alternativa que al estar sin uso el aparato muestre una pintura, aunado a un marco de madera (que ofrecerá en tres colores) completará la ilusión de estar ante una obra de arte. Con esto el televisor se puede camuflar en una sala o en una recámara, entre otros cuadros.
La imagen a mostrar podrá ser seleccionada por el propietario: más de cien opciones en diez categorías diferentes, donde se incluyen paisajes, arquitectura, fauna, acción o dibujo. También contará con la fucnión de carrusel de obras preseleccionadas.
Para completar la ilusión, Samsung planteó un sistema de anclaje invisible para disimular el cableado y el soporte. La información llegará al televisor por medio de un cable óptico que permite conectar varios dispositivos de manera simultánea; el sistema de montaje a la pared se conoce como "No Gap" y está diseñado para que no quede espacio entre la pared y el aparato.