Ante la proximidad del periodo vacacional y el inminente arribo de miles de vacacionistas, es casi un hecho que las autoridades acuerden abrir la mayoría de los espacios de playa cerrados por la presencia de bacterias contaminantes.
El anuncio de abrir las playas para uso recreativo podría darse este miércoles luego de la reunión del Comité de Playas Limpias.
Se argumentará, según una fuente confiable, que los niveles de contaminación descendieron a tal grado que no existen riesgos para los bañistas. Eso se dirá.
Las autoridades del sector Salud han justificado el cierre de varios espacios de playa debido a la presencia de altos niveles de enterococos, una bacteria que constituye riesgos para la salud humana.
No haber cerrado las playas al uso recreativo, se argumentó, hubiera provocado una saturación de hospitales por parte de personas afectadas por diarreas, conjuntivitis o afectaciones en la piel.
El cierre de varios espacios costeros fue concretado por la Dirección Municipal de Protección Civil por recomendación de una instancia federal, y no por el Comité de Playas Limpias que es la instancia directamente responsable.
Los argumentos para colocar las banderas que prohíben el uso de las playas con fines recreativos se sustentaron en que los niveles de enterococos estaban muy por encima de los estándares permitidos y que la contaminación fue producto de los escurrimientos de aguas de lluvia que llegaron al mar vía los arroyos saturados de basura que cruzan la ciudad.
Pero lo extraño es que haya sido hasta las lluvias registradas semanas atrás cuando se advirtió la contaminación de las playas, siendo que precipitaciones y escurrimientos también ocurrieron en la parte final del año pasado sin que se detectaran altos niveles de bacterias.
Voces no oficiales sostienen la posibilidad de que la contaminación sea producto de la descarga de aguas no tratadas a los lechos de arroyos.
Aguas no tratadas que surgen de fraccionamientos residenciales de interés social localizados en la zona Noreste de la ciudad.
La Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE) ha negado que sean aguas emanadas de sus plantas de tratamiento las causantes de la contaminación de las playas.
Justo en la zona Noreste de la ciudad la CESPE opera una planta de tratamiento que da servicios a miles de viviendas de interés social.
La descentralizada estatal ha señalado en repetidas ocasiones que el agua que sale de esa planta y que se descarga al lecho de un arroyo, cumple con los procesos de eliminación de vehículos contaminantes.
Este miércoles, aún sin argumentos sólidos que demuestren quien es el responsable de la contaminación de los espacios costeros, el Comité de Playas Limpias podría levantar la prohibición para el disfrute recreativo de esos espacios.
Y es que se aproxima la temporada vacacional.