No fue el alcalde, Marco Novelo, quien destrabó el tema relacionado con el incremento a las tarifas del transporte público. Otros fueron los que se ofrecieron como operadores y esos otros ya están cobrando la factura.
Inexperto en eso del cabildeo, el alcalde fue acorralado por unos transportistas paradójicamente asesorados por funcionarios que cobran en el gobierno municipal.
Sí, después se supo que la idea de que los transportistas de instalaran en un plantón permanente en el estacionamiento de Palacio Municipal, surgió del Tercer Piso del mismo edificio.
El objetivo era presionar a Novelo para que este cabildeara a favor del alza a las tarifas con la mayoría de los integrantes del cabildo. Pero que como el cabildeo no se le da al jefe de la comuna, no faltó quien se ofreciera de intermediario.
Y el alcalde aceptó.
Lo demás fue relativamente sencillo. Se buscó a los ediles que estaban a favor del incremento a las tarifas y se establecieron acuerdos. Se buscó luego a varios de los ediles que rechazaban el alza y se negoció: votó a favor a cambio de posiciones al interior de la administración municipal.
Y el pago de facturas ocurrió muy rápido. Despidos, reacomodos, contrataciones.
Los operadores del incremento a las tarifas del transporte público se reunieron después fuera de Palacio Municipal para celebrar su “triunfo”. Lo compartieron incluso con líderes transportistas con asiento en la fronteriza Tijuana.
Fue una maniobra relativamente sencilla; facilita. Como aquella que los mismos personajes fraguaron días antes del inicio de la actual administración municipal para quedarse con posiciones claves en el organigrama del gobierno municipal.
Le vendieron al entonces alcalde electo un problema con los regidores de oposición, en eso de la repartición de comisiones, para enseguida ofrecerse como sus interlocutores. Y les funcionó.
Marco Antonio Novelo es un tipo bien intencionado; añora hacer un buen papel como presidente municipal.
Pero su principal problema es la fragilidad de su gabinete. Un gabinete integrado en su mayoría por funcionarios recomendados por terceros, por funcionarios que abrigan viejos proyectos políticos, por funcionarios que ya han dado muestra de que la traición es una alternativa con tal de alcanzar los objetivos propuestos.
Con apenas seis meses al frente de la administración municipal, Novelo tendrá que darse una tregua y decidir si retoma el mando de su gobierno o de plano lo comparte. Y si la decisión es la segunda, los arrepentimientos valdrán lo mismo que nada.
Revelación ultima
Amalia Vizcarra Berumen dejó la Oficialía Mayor del gobierno municipal por no estar de acuerdo en que funcionarios titulares de otras dependencias tomaran decisiones que solo a ella correspondían. Aéreas claves, como las relacionadas con los recursos humanos y de adquisiciones, estaban fuera de su control. Renunciar fue la opción obligada.