Dos gigantes de distintas áreas se unen en un proyecto que a todas luces, representará un desafío para Amazon, actual líder absoluto en ventas minoristas por Internet con 80 millones de usuarios.
El lanzamiento se anunció para el próximo mes en Estados Unidos, donde los usuarios podrán comprar a Walmart con el asistente de voz de Google, sin importar si lo hacen desde una computadora o un teléfono, tal y como lo hace Amazon con su asistente Alexa.
Esta alianza es un fuerte empujón para Google Express, que nació con la idea de conectar a los detallistas que surten a domicilio con sus posibles clientes ubicados en su área de servicio. Con solo tres años en el mercado este proyecto no logró mantener su oferta inicial de entrega sin costo, lo que sin duda fue un factor importante para frenar su avance.
En estos tres años Amazon consolidó su servicio Prime, que redondeó su concepto membresía que incluye la entrega sin costo en muchos productos, con una serie de servicios digitales que por supuesto incluyen música y películas, como Google Play.
Para muchas cadenas esto no es nuevo, pues ya mantienen estrategias de tienda en línea con entrega el mismo día, sin embargo el hecho de que la tecnología de Google se ponga al servicio del usuario, permitirá estar en sintonía con la siguiente generación de consumidores, jóvenes que se sienten confortables al dar instrucciones de voz a un dispositivo, sin necesidad de escribir o seleccionar mientras navegan
Llegar a la intimidad de la compra doméstica permitirá a los almacenes anticipar con mayor precisión las necesidades de los consumidores.
¿Compra usted siempre la misma marca de cafe? ¿de papel sanitario? ¿de croquetas para mascotas? ¿de verduras en lata? ¿hace estas compras con periodicidad regular?
La recompra de productos habituales es una oportunidad para los sistemas automáticos al ofrecer una experiencia de compra más intuitiva, sencilla y práctica. Además, con los algoritmos para predicciones con base en los patrones de consumo en masa, las sugerencias para compra adicional llegarán de manera natural.
El siguiente paso natural es que esta cadena de venta incluya a los fabricantes, con lo que se desencadenaría una guerra de precios, donde el beneficio directo sería para el consumidor final.